Javier Andrade Cárdenas
Lo que registró en su bitácora en el Panamericano de Pista en México fue insuperable. Se convirtió en figura indiscutible en el equipo nacional que compitió en el velódromo de Aguas Calientes en México.
Triple medallista, una de cada metal en dicha justa pedalera, que terminó premiándolo como el "Mejor de los Mejores" de la ceremonia que organizó la Municipalidad de Puerto Montt, para reconocer su sólido trabajo tanto en pista como en ruta.
Merecido por donde se le mire, el premio para el deportista del club Melipulli, que en febrero próximo cumplirá apenas los 25 años.
- ¿Cómo tomas este reconocimiento en esta etapa de tu carrera?
- Este año ha sido positivo desde todo el punto de vista. El mérito ha sido el de ser constante durante el año, con resultados y, por otro lado, ciento por ciento enfocado en la bicicleta, entrenando fuerte y dejando de lado muchas cosas en el nacional de ruta, en el nacional de pista y en el Panamericano. Y entremedio haber estado entrenando fuera de casa más al norte durante dos meses y que se ha visto recompensado con premios y medallas. Todo sacrificio tiene su premio, por eso es que estoy feliz por este reconocimiento merecido.
- Hablas de sacrificio. En un momento viviste en la oscuridad y no tenías claro cuál era tu norte. ¿Qué te motivó a regresar?
- En el 2015 viví el año más negro de todo mi carrera. No toqué la bicicleta, tuve que buscar los recursos para vivir en otros trabajos. No me avergüenza decir que trabajé en la pala, con mi hijo pequeño.
- Fue un episodio dramático, pero aquello llegó a su fin.
- Sí, a principios de año, de golpe se comenzaron abrir las puertas. Tengo un buen auspiciador que es Rodrigo Suárez, que me pasa la bicicleta y las zapatillas, con la que compito. Pero lo que más me llenó fue haber conseguido medallas en el Panamericano, lo cual me da la opción de tener mi sueldo; por eso es que ahora la vida me sonríe, me levanto pensando en la bicicleta y me acuesto pensando en los objetivos que tengo puestos para el próximo año.
- Si hablas de que fue de golpe, ¿qué es lo que detona en tu mente para revertir este mal momento y darte energías para sobreponerte?
- Yo ya decía: estoy viejo, se me fue la micro en el ciclismo, pero mis amigos de toda la vida de este deporte, Adrián (Alvarado), Allan (Quezada), Nicolás (Klener), que un día x nos juntamos, me tiraron para arriba alentándome a que no podía dejar el ciclismo. Al final de la noche, cuando terminaba el 2015, lograron convencerme y al otro día estaba entrenando fuerte. Me "aleonaron" y me dieron esa fuerza que necesitaba y en cuatro días me fui a correr la Vuelta de la Leche. De allí no paré.
- Y tu familia siempre ha estado en lo más alto, en el apoyo que necesitas para competir.
- Ha sido fundamental. Mi novia Ana ha estado conmigo, apoyando también con recursos. Ellos me han empujado siempre para no bajarme más de la bicicleta.
- Si das vuelta la página, ¿cuál fue
la carrera más importante de este año?
- Sin duda, el Panamericano de México, la medalla de oro en Madison y el récord del torneo en la prueba de persecución Individual (4' 13'' 007) y estuve a dos segundos del récord mundial. Esto está por sobre todo lo que hice en el 2016.
- Pero también en ruta descollaste en el nacional de Linares.
- Este año no pude dejar la ruta. Logré el oro en el campeonato nacional y cuarto en la Contrarreloj individual, lo que me entregó el cupo para ir a Venezuela para correr con la Selección Chilena en el Panamericano, pero tuve una caída que me privó de lograr medallas.
- ¿Fue quizás un punto negro ese accidente con respecto a todo lo que bueno que lograste?
- Un accidente nada más, aunque debo reconocer que me preparé bastante y llegué en muy buena forma. Y es parte de la carrera, al igual que un pinchazo o un tropiezo. Pero tuve la revancha en la pista y el sueño que estaba buscando.
- ¿Y cuándo obtendrías tu Prodar?
- No tengo fecha todavía, pero si es un sueldo que tengo seguro para el 2017 y me tiene tranquilo de que lo voy a recibir.
- Estás en pleno descanso ¿Cuando vuelves a competir?
- Hace unos días me llamaron desde Santiago y que tenía pasajes comprados para asistir a la Vuelta de Táchira en Venezuela (13-17 de enero), pero les comenté que estaré más preocupado de correr en pista y que busquen a otro competidor.
Mi mente está puesta en correr dos fechas de la Copa del Mundo en febrero, viajar bien descansado, primero en Cali, Colombia del 17 al 19 de febrero y la siguiente del 25 al 27 en Los Ángeles, California. Allá vamos a ir a buscar los puntos de la cuarteta, porque ya estamos clasificados para el Mundial de Hong Kong en la prueba de Madison por el titulo continental; en la cuarteta nos faltan algunos puntos para llegar a esta cita mundial.