Muchas esperanzas de los deportistas locales, especialmente de los seguidores incondicionales de la institución puertomontina, están puestas en lo que ocurrirá a comienzos de la semana venidera, cuando el Club de Deportes Puerto Montt -la entidad futbolística profesional más austral del globo e importante patrimonio deportivo local- proceda a la renovación de su Directorio, con la participación de todos sus socios que estén con las cuotas al día, conforme al reglamento.
La crítica situación financiera por la que atraviesa la entidad albiverde y el discreto rendimiento futbolístico del plantel representativo en esta temporada, le otorgan una importancia muy especial a la referida asamblea. Porque todos están anhelantes de que haya un cambio de fondo directivo en la conducción y marcha del club porteño. Ojalá, con savia nueva, con energías frescas, robustas voluntades y férrea determinación de superar los escollos que hasta ahora parecieran insalvables, pero que no lo son cuando hay determinación de progreso e ingenio y capacidad para abrir nuevas rutas de financiamiento.
Porque no es posible que una organización deportiva como Deportes Puerto Montt, que representa a una promisoria gran capital regional, que se acerca a los 300 mil habitantes, disponga de tan baja cantidad de socios (450 y sólo la mitad con sus cuotas al día)). Y, lo que es más desilusionante, que -en su mayoría- suelen no se hacerse presentes en las asambleas claves en el porvenir del club. Lo que torna aún más preocupante esta desconcertante realidad. Y que solamente es superable con la participación de todos, pero particularmente de los seguidores asociados de la institución. Cuyo menguado número necesita crecer fuertemente, si se quiere darle el sólido soporte que Puertogol merece para aspirar a un rango superior.
Se espera que para la renovadora y clave asamblea de comienzos de la semana que viene, no falte ningún socio y se elija un Directorio con vocación de grandeza y plenamente dispuesto a vencer las dificultades, integrando de verdad a la comunidad puertomontina y al empresariado a esta noble causa deportiva, que busca la reconquista de un digno sitial en la Primera División del fútbol profesional chileno.