Erwin Schnaidt Ávila
Es una tradición que, a pesar del avance del tiempo, se mantiene vigente. Las celebraciones de fin de año se acompañan en Puerto Montt y sus alrededores, con un plato de cordero, preparado de preferencia en el asador o al palo.
Y para ello, las familias y grupos de amigos ya están demandando la materia prima de esos festejos gastronómicos, a través de contactos en sectores rurales como Panitao Bajo, Las Quemas y hasta en Los Muermos, entre otros.
Siguen vigentes las solicitudes de corderos vivos, que en la víspera de los festejos son sacrificados en los hogares, según manifiesta Néstor Carrasco, quien ha hecho tres viajes a Pichilemu (Sexta Región), totalizando 320 animales de la raza Suffolk y Texel, que trasladó hasta su parcela de la población Fresia, en calle Saldivia con Bórquez.
"Hace cuatro años que vendo corderos y cada año viene más gente. Ahora empecé a mediados de noviembre y me quedan 32 corderos", aseguró.
En cuanto a precios, reveló que los de 15 a 18 kilos cuestan $ 55 mil; y de 18 a 23 kilos, $ 60 mil cada uno.
Dijo que ha sabido del cordero de Curicó, sobre el que opinó que "es más duro, sube muchos cerros y eso lo hace más corpulento. El que traigo es de planicie. Tiene un 36 % de grasa, justo para el asado".
Mientras que Martín Westermeier, quien tiene un fundo de 20 hectáreas a la altura del kilómetro 23 de la Ruta V-600 en Paraguay Grande, vende corderos vivos hace 20 años.
Su actual existencia es de 250 animales de la raza Suffolk, que trae desde Cauquenes (Séptima Región) y que ofrece entre $ 50 mil y $ 60 mil más IVA, con pesajes que varían entre los 40 a 45 kilos.
"Se vende harto, especialmente para esta fecha. Acá llega el cliente y elige a su gusto para los fines que estime. Vienen a comprar mucho para crianza", remarcó.
Si se quiere destinar para las fiestas de fin de año, Westermeier destacó que sus corderos "tienen un muy buen rendimiento, con unos 24 kilos de carne. No es como el de la zona, que no se puede comer ni las costillas, que son pura grasa", aseveró.
En carnicerías
Como los gustos y preferencias son variadas, hay quienes prefieren abastecerse con este producto en carnicerías, donde además pueden comprar conforme a su presupuesto y necesidades.
Marcos Terzán, del local "Helvecia" en el segundo piso del Mercado Ibáñez, expuso que compraron 18 corderos, que trajeron desde el matadero Abascar, en camino Chin Chin, lo que le asegura calidad y sanidad del producto.
Ofrece el kilo en $ 4.300, para el caso del cordero entero de unos 14 kilos. "Pero también vendemos medio (animal) y por kilo. Aseguramos una atención", puntualizó.
Precisó que se trata de corderos provenientes de Osorno, lo que asegura "un mejor sabor, porque tiene más fibra".
El comerciante lamentó que este año no ha observado una demanda como la que verificó en diciembre de 2015.
Para los interesados, recomendó que esa carne puede cocinarse estofada, al horno, asado y al palo. "El cordero ofrece esa variedad y por eso es tan requerido por la gente. Además, asegura una carne siempre tierna, no como el vacuno", sentenció.
En la Carnicería San Antonio, de calle San José 1127 en el sector Santa Inés, el kilo de cordero se encuentra en $ 4.500.
El dueño del local, José Luis Chaura, afirmó que se trata de "corderos frescos, de la zona, de entre 12 a 15 kilos, que vienen de mataderos".
Reconoció que las ventas van en aumento y que deberían tener su mayor demanda en la víspera de Navidad.
Chaura destacó que comprar cordero en carnicerías ofrece mayor seguridad acerca del origen del producto, así como de su tratamiento sanitario.
"Al comprar en locales establecidos, se ofrece un producto inocuo. Las familias evitan exponerse a riesgos de contraer alguna enfermedad", especificó el comerciante.