Fidel Castro I
En Cuba falleció el líder cubano Fidel Castro: algunos lo lloran y los cubanos en Miami lo celebran.
En Chile, obviamente sus seguidores y el Partido Comunista lo lamentarán mucho y quienes sólo observamos en TV a primera hora el traslado de sus cenizas y desarrollo inicial de su esperado y grandioso funeral con largo desfile de automóviles, ignoramos si su lento desplazamiento era producto de un sincero homenaje o por economizar su racionamiento de combustible.
Como chilenos educados, lamentamos que un sector cubano haya perdido a su ídolo histórico -para bien o para mal-, pero frente a la muerte humana se nos ha enseñado mantener un elemental respeto, arrogándome la iniciativa para enviarles nuestro sentido pésame.
DAVID BENAVENTE CRISOSTO.
Fidel Castro II
Ante la muerte de Fidel Castro, debemos reflexionar cuál fue su legado, del cual Carlos Alberto Montaner nos da alguna luces.
Les prometió libertades a los cubanos, los traicionó y calcó el modelo soviético de gobierno. Acabó con uno de los países más prósperos de América Latina y diezmó y dispersó a la clase empresarial, pulverizando el aparato productivo. Tres generaciones de cubanos no han conocido otros gobernantes durante cincuenta y tantos años de partido único y terror. Extendió la educación pública y la salud, pero ese dato lo incrimina aún más.
Confirma el fracaso de un sistema con mucha gente educada y saludable incapaz de producir, hambrienta y entristecida por no poder vivir siquiera como clase media, lo que los precipita a las balsas. Fusiló a miles de adversarios. Mantuvo en las cárceles a decenas de miles de presos políticos durante muchos años. Persiguió y acosó a los homosexuales, a los cultivadores del jazz o el rock, a los jóvenes de pelo largo, a quienes escuchaban emisoras extranjeras o leían libros prohibidos. Impuso un macho feroz y rural como estereotipo revolucionario.
El 20% de la sociedad acabó exiliada. Creó una sociedad coral dedicada públicamente a las alabanzas del Jefe y de su régimen. Por su enfermiza búsqueda de protagonismo, miles de soldados cubanos resultaron muertos en guerras y guerrillas extranjeras, dedicadas a crear paraísos estalinistas o a destruir democracias como la uruguaya, la venezolana o la peruana de los años 60. Carecía de escrúpulos políticos. Se alió a Corea del Norte y a la Teocracia iraní. Apoyó la invasión soviética a Checoslovaquia. Defendió a los gorilas argentinos en los foros internacionales. El 90% de su tiempo lo dedicó a jugar a la revolución planetaria. Deja un país mucho peor del que lo recibió como a un héroe.
Aunque la Historia no es tribunal de justicia, es tiempo en que quienes cultivamos la disciplina generemos reflexión e investigación sobre el legado más sangriento de la historia.
FRANCISCO SÁNCHEZ. Director Ejecutivo Círculo Acton Chile.
Fidel Castro III
No puedo entender cómo gente que se ha llenado la boca por años, hasta atorarse, hablando de dictadura y sus famosos derechos humanos, pueden estar realizando actos de homenajes a un tipo que reprimió durante 47 años a un pueblo como el cubano. Me refiero a quien, por desgracia, pisó nuestro suelo durante el peor caos político que vivió Chile: Fidel Castro Ruz.
Un individuo para el cual los derechos humanos no existieron, dictador revolucionario al que siguieron algunos trastornados como Chávez, Che Guevara, Maduro, el vecino del norte que quiere aprender a nadar en aguas del Pacífico y, desde luego, algunos compatriotas, entre otros. No olvidemos, también, que facilitó suelo cubano a la ex Unión Soviética, para instalar armas nucleares durante la Guerra Fría, poniendo en peligro al mundo ante un holocausto nuclear.
Entonces, ¿qué sentido tiene hablar de dictadura, de derechos humanos, de torturas, cuando el gran ídolo de esta gente nunca manejó estos conceptos? Por lo tanto, y como dijo Condorito: ¡Exijo una explicación!
CARLOS OLIVARES COVARRUBIAS.
Fidel Castro IV
Sr. Director, me dirijo a Ud. para salir en defensa de un hombre, al parecer, poco valorado en su real dimensión. Más allá de las críticas en su forma de mantener el régimen -con la mayoría de sus actos justificados para evitar el imperialismo- debemos valorar en Fidel Castro su valentía, su decisión de no claudicar ante el gigante Estados Unidos y dar a los cubanos educación y salud de calidad, algo que ni siquiera tenemos en Chile.
Gracias Fidel por darnos esperanza al pueblo latinoamericano, gracias por mantener el sueño de la igualdad siempre presente y gracias por haberte convertido en un ícono que nadie puede desconocer.
MANUEL ENRIQUE RIVAS.