Erwin Schnaidt Ávila
Un llamado de atención a los vínculos entre la política y el dinero, expuso el arzobispo de Puerto Montt, monseñor Cristián Caro, durante la conmemoración del Te Deum de Fiestas Patrias, que tuvo lugar en la Catedral.
El mensaje fue seguido de cerca por el intendente Leonardo de la Prida, así como por el senador Rabindranath Quinteros, el alcalde Gervoy Paredes, concejales y candidatos que asistieron al tradicional acto religioso, en el que cada 18 de septiembre la Iglesia y sus feligreses dan gracias a Dios por el país y sus habitantes.
Durante su homilía, monseñor Caro destacó "tres aspectos preocupantes". El primero de ellos, dijo, es el clima de desconfianza y pesimismo "que tiende a ver que todo está mal, a causa de la política y de la corrupción del dinero".
Consideró que la política "es un arte noble y difícil, que requiere gran integridad personal, sacrificio por el bien común, sin interponer intereses personales o partidistas. Tenemos que alentar a los políticos para que cumplan esto", en medio de la campaña de las elecciones municipales del domingo 23 de octubre.
Más adelante recordó que "la gran conclusión de Jesús es que no se puede servir a Dios y al dinero. Cuando se sirve a éste, se cae en injusticias, cuyas primeras víctimas son los pobres".
Confusión valórica
Una segunda inquietud que expuso el prelado es la confusión valórica, al relativizarse "el valor trascendente de la vida humana, desde su concepción hasta la muerte natural".
Reiteró sus críticas al proyecto de ley de despenalización del aborto en tres causales, al calificarlo como "una herida mortal al alma de Chile".
Para el arzobispo de Puerto Montt esa iniciativa busca satisfacer un postulado ideológico, como es "el pretendido derecho de la mujer a decidir sobre su cuerpo y la continuación o interrupción de su embarazo".
Criticó que se decida sobre la vida de otro ser, distinto a la madre. "Se vulnera el primero de los derechos humanos, el derecho de la vida, para establecer un derecho de la mujer, que no es tal", sostuvo.
A su juicio "no ayuda que el Gobierno fije urgencia, aunque sea simple, al proyecto de ley de aborto para que pueda ser despachado prontamente".
También advirtió sobre el proyecto de ley que reconoce el derecho a la identidad de género. "Se impugna la dualidad hombre y mujer, creada por Dios como esencial a la creatura humana. Con eso se niega la familia como realidad preestablecida por la Creación", aseguró, junto con advertir que "se pretende generalizar e imponer un pensamiento único, que determine incluso la educación de los niños, lo que nos parece lo más grave que hay".
Concluyó que se debe diferenciar entre buscar solución legal a situaciones excepcionales y promoverlas "y hacer de ellas la normalidad de la vida".
El tercer desafío que planteó es restablecer las confianzas y buscar acuerdos para proyectos de bien común, tal como quedó de manifiesto en la reciente campaña para restaurar la Cruz de Tenglo.
En la parte final dijo que se trata de "unir voluntades, inteligencias, sentimientos y competencias para engrandecer nuestra patria, haciéndola más justa y buena para todos".