Aporte a la discusión parlamentaria
Libro editado por la USS hace un diagnóstico que conviene revisar al momento de legislar y hablar sobre educación.
Hace algunos días, en la Universidad San Sebastián, el rector Hugo Lavados, presentó el libro "Políticas para el desarrollo universitario: Principios y evidencias", que resulta ser una valiosa contribución a la discusión ciudadana, académica y parlamentaria sobre la educación superior en Chile.
La publicación, que está redactada en un lenguaje simple y ameno, le permite al ciudadano medio formarse una opinión respecto del actual debate sobre la reforma educacional y sus efectos, porque aporta un conjunto de evidencias y visiones, que de seguro, contribuyen a la discusión pública.
En la obra, se intenta terminar con algunos mitos, que ciertamente afectan a la educación superior privada, pero que la fuerza de las evidencias y los datos, la posicionan en un escenario distinto al que muchas veces se ve expuesta. Porque coincidamos en que es innecesario -siquiera imaginar- el escenario universitario sin las universidades privadas; las cuales educan a la mitad de la matrícula universitaria y titulan cada año más del 50% de los nuevos profesionales.
Han hecho un importante aporte a la movilidad social; porque hoy el acceso a la Universidad no está restringido sólo a unos pocos. De los 8 planteles existentes en 1970 -financiados por el Estado-, pasamos a tener un amplio abanico de alternativas, y muchas de ellas con aporte privado.
Y al analizar las cifras, no sólo hay que ver la variable de la matrícula, sino que también desmenuzar la variable de los egresos; no hay que soslayar la tasa de empleabilidad ni el rango promedio de los sueldos de quienes salen de una universidad u otra, o de quienes accedieron a la educación terciaria o no.
Hay que considerar todas las variables para ver qué tipo de educación queremos para los próximos 30 o 40 años; junto con debatir sobre elementos mucho más académicos como la investigación y el desarrollo de la ciencia que se realiza; el nivel con que llegan los estudisntes desde la educación media a la educación universitaria, y si es necesario o no nivelarlos en un primer año; o qué tipo de carreras estamos ofreciendo versus lo que demandará el mercado del futuro.
La discusión es amplia y compleja, pero este libro da algunas luces que al menos se debieran poner sobre la mesa del debate parlamentario.
La experiencia aprendida y las cifras conocidas, nos hablan de un importante número de universidades que tienen mucho que aportar y aquella experiencia no hay que desperdiciarla. Lejos de constituir un problema, debiera valorarse como un activo que aporta diversidad, conocimiento y un camino recorrido que no sólo hay que respetar, sino que también capitalizar.