Transformado ya en un patrimonio local hecho y derecho, -en un incuestionable sello de identidad cultural de Puerto Montt-, el festival denominado Temporales Internacionales de Teatro de Puerto Montt, cumplidas veintisiete versiones en pleno ascenso en calidad artística y en jerarquía organizacional, se enfoca ahora en su proyección futura y en asumir nuevos desafíos, que impliquen perfección y crecimiento del certamen.
En la medida que eventos importantes como éste se desarrollan, adquieren estatura y prestigio, mayores son, indefectiblemente, las necesidades presupuestarias en cuanto a gastos e inversiones propias de espectáculos que han ingresado a un nivel superior y que deben mantenerse y expandirse desde ese estatus. Más aún, si estas "tempestades de cultural teatro" ejercen un aporte vital e indispensable para romper la estacionalidad turística de nuestros crudos inviernos, constituyéndose en una sinigual atracción -durante todo julio- para el público local y el visitante, que precisamente llega a estos lares atraído por ese inevitable imán del arte del tablado que se encumbra tan alto en esta capital regional.
Es fundamental, por ende, que los organizadores -Municipalidad y Corporación Cultural-, dignos de todo aplauso y reconocimiento-, que ya piensan en los retos que implican los capítulos de la cita que vienen, perseveren en su llamado a la empresa privada, para que se incorpore y participe en el auge de este bien patrimonial e intelectual puertomontino, que podría verse enriquecido mucho más con producciones de más alcurnia, pero de mayor costo. Sobre todo, porque este festival está destinado a superar fronteras y a propagarse hacia otros confines. Tal cual es la voluntad de los artífices de estos eventos, que anhelan llevarlos a más ciudades del país y del extranjero, como ya está ocurriendo en el sur argentino.
Así como Frutillar es conocido en todo el mundo por sus afamadas Semanas Musicales, haciendo las inversiones necesarias, Puerto Montt bien puede seguir ese gran ejemplo y jugárselas por potenciar sus Temporales Teatrales, adjudicándole los recursos que requiere para transformarse en el máximo referente continental del arte escénico.