Otro acontecimiento digno de destacarse -dentro de la relevancia que amerita, y que no puede pasar inadvertido sin la reflexión que corresponde- es la reciente inauguración del complejo deportivo en Estero Lobos, destinado exclusivamente a las mujeres futbolistas de Puerto Montt, sus actividades y competiciones.
Se trata de una aspiración de muchos años. Desde aquellos tiempos en que las sufridas jugadoras porteñas realizaban sus competiciones de allegadas en canchas de barro en invierno y polvorientas y pedregosas en verano. Una práctica de popular deporte de mucho sacrificio, que la Asociación de Fútbol Femenino de Puerto Montt y sus clubes llevaban adelante con mucho estoicismo y constancia, en la esperanza de que algún día sus clamores de un recinto adecuado se harían realidad. Inquietud que, por cierto, El Llanquihue respaldó con vehemencia en su trabajo periodístico, plenamente consciente de que la mujer deportista siempre merecerá desenvolverse en las mejores condiciones y a la altura de su delicadeza y femineidad.
No hay que olvidar que el recinto formó parte del proyecto de equipamiento de varios reductos futbolísticos, que Puerto Montt preparó, con el municipio al frente de las obras, con motivo del pasado mundial de fútbol menor aquí realizado. Sólo faltaba implementarlo de modo exclusivo para el fútbol de mujeres, incluyendo dependencias con sala cuna, guardería, baños con mudadores y otros como salas de personal, audiovisual y de reuniones, primeros auxilios, cocina y oficinas, además de un camarín para los árbitros en el segundo piso y graderías para unos 400 espectadores.
Son 700 las futbolistas, entre niñas y jóvenes, de doce clubes afiliados a la ASOFF Puerto Montt, las que se benefician con esta gran obra deportiva, -de especial impulso municipal-, que connota un ejemplo de cómo debe ser el trato y apoyo a las mujeres deportistas. Sobre todo, a aquellas que con mucho sacrificio hacen cultura física. Más todavía si se trata de una disciplina como el fútbol, cada vez con más adhesión femenina en el país e internacionalmente.
Bien, por las admirables aguerridas mujeres de nuestros barrios. Ya tienen su digno Estadio.