Todas las cosas que se hacen con amor, dedicación, esmero y sentido futurista, resultan bien y terminan por consolidarse como un insustituible factor de bien sociocultural. Tal como ha acontecido con los Temporales Internacionales de Teatro de Puerto Montt, que acaban de culminar tan exitosamente en su versión XXVII, proyectado cada vez con mayor fuerza hacia otros países, donde -como en el sur argentino- ya se emula promisoriamente esta gran iniciativa artística puertomontina.

El encuentro, que sobresale por la calidad en ascenso de las compañías y elencos actorales, tanto extranjeros, como de nuestros país y locales, sigue calando hondo en el alma latinoamericana y del viejo continente europeo. Y no sólo por el calibre de su arte sobre las tablas, sino también por ser un valioso medio de unidad internacional, de fomento teatral y de intercambio intelectual. Así como idea replicable de estos eventos, como ha ocurrido en ciudades como San Carlos de Bariloche y Bahía Blanca en Argentina, donde se está haciendo posible en nuestros inviernos un feliz complemento teatral chileno-argentino en cada julio.

De ahí que el gran anhelo de Marcelo Utreras, director de la Corporación Cultural porteña, sea internacionalizar más y más estos certámenes. Y con ello, afianzar a Puerto Montt como el centro y eje del teatro globalmente hablando. Que al referirse al tema, el pensamiento de inmediato se abrace al concepto de ciudad capital de la Región de Los Lagos. Un Puerto Montt que no sólo sea apreciado por su paisaje marítimo y sus íconos turísticos como Angelmó, sino que igualmente por ser el dueño del festival más trascendente del arte escénico en el plano regional del país y el de mayor trayectoria nacional, y que avanza a paso firme en prestigio en el plano mundial.

Motivan esta proyección, -facilitada por la duración de casi un mes de la gran cita y su gratuidad en la mayoría de sus funciones, para un certamen muy bien organizado por la Municipalidad de Puerto Montt y la Corporación Cultural local, con el respaldo del Gobierno Regional-, los conceptuosos elogios recibidos de artistas de otros países y las masivas asistencias al teatro central y de la itinerancia, como del vecino país. Esos son nuestros inviernos. Sépanlo.

No me cabe duda que el tema de las pensiones en nuestro país es un gran tema. Creo incluso que una gran mayoría comparte que debe ser uno de los temas que un próximo gobierno debe abordar de manera prioritaria. Y personalmente, soy un convencido que es necesario abordarlo con urgencia para realizar las reformas y cambios necesarios para que todos los chilenos puedan soñar con pasar el ultimo periodo de sus vidas de manera digna junto a sus seres queridos.

Hoy muchos critican a las AFPs porque no sirven y entregan malas pensiones. Otros, alaban las altas rentabilidades de las mismas. Creo que es importante partir de un punto de encuentro: es efectivo que las AFPs generan buenas rentabilidades de los fondos para sus afiliados (las personas) pero desgraciadamente no entregan buenas pensiones. Esto demuestra que el actual sistema de pensiones no funciona como a todos nos gustaría, y por lo mismo, llora a gritos cambios importantes. Por otro lado, es importante saber qué existía antes y si es factible pensar en volver al sistema antiguo. Con el sistema antiguo si uno no cumplía una cierta cantidad de años de cotizaciones, que en muchos casos llegaba a ser de 20 años, su pensión era 0 (cero). Si usted cotizaba por 18 años y no cumplía los 20 años de cotización su pensión era 0 (cero), o sea, perdía todo lo que había cotizado durante 18 años. Si eso lo extrapolamos a nuestros tiempos, significa que muchas personas que hoy reciben una pensión baja porque no cotizaron por muchos años hoy ni siquiera recibirían una pensión. Si a eso le sumamos que nuestra pirámide demográfica se esta invirtiendo, pensar en un sistema de reparto es totalmente irresponsable, ya que la única forma de seguir financiando las pensiones sería hacer que nuestros nietos paguen impuestos altamente abusivos.

Hace sólo un par de días, se conoció una encuesta en la que se muestra que una gran mayoría de los chilenos creen que esos fondos son de las AFPs o del Estado. Es importante aclarar que los fondos que manejan las AFPs son nuestros, no del Estado o AFPs. Pero el problema sigue: las pensiones entregadas son bajas en comparación con lo que esperamos.

Con todo lo anterior, quiero dejar en claro que probablemente el actual sistema de pensiones es mejor y más responsable que el que existía anteriormente, pero que está a años luz de ser perfecto. Por lo tanto, creo que todos nuestros esfuerzos tienen que ir en una sola línea: realizar cambios para que las pensiones sean mejores.

Felipe de Mussy Hiriart.

Diputado de la República. Región de Los Lagos.