Una proeza deportiva puertomontina, que no puede dejar de recordarse y de ser ponderada en toda su dimensión y esplendor de prestigio para nuestra ciudad y de esperanzadora mirada futurista, es la que ha cumplido recientemente el plantel de futbolistas menores de 13 años de Deportes Puerto Montt, al adjudicarse el cetro máximo del Campeonato Nacional de Fútbol Joven de la Zona Sur 2016, organizado por la Asociación Nacional de Fútbol Profesional, ANFP.
Junto con felicitar efusivamente a estos notables deportistas adolescentes, por la gran satisfacción que han aportado a su club y a Puerto Montt, gracias a su calidad, dedicación y entrega, debemos reconocer -alegres y optimistas- que en estos chicos ejemplares el balompié profesional porteño confirma tener un generoso porvenir. Que no todo es gris, frágil o confuso. Que si se trabaja responsablemente, -con fe y esperanza en el futuro-, los objetivos no se pueden escabullir y se alcanzan y disfrutan. Como ahora, con los treceañeros futuros cracks de Puertogol.
Es reconfortante, en consecuencia, constatar que lo que hoy celebramos es fruto de una abnegada, constante y eficiente labor con las divisiones menores -el semillero- de Deportes Puerto Montt. Lo que garantiza que -en unos cuantos años más- el primer equipo albiverde (debería ser albiazul, por el mar nuestro) podría disponer de sus propios valores -forjados también en su propia cantera-, para afrontar los desafíos sin tener que incurrir en abultados gastos para equiparse competitivamente, salvo la columna vertebral conformada por jugadores consagrados.
Directorio, socios, barristas, hinchada en general, así como vibran y se sacrifican en torno al sueño de ascender con el primer equipo de Puerto-Puerto a la Primera División, tengan siempre presente que si ello se consigue, es primordial su consolidación posterior a través del potenciamiento y desarrollo de las series menores. Apreciada muchachada, sobre cuyos pies y optimista voluntad se labra el porvenir de la institución futbolística profesional más austral del globo. La que merece el mayor respaldo posible, porque interpreta fielmente los anhelos del pueblo deportivo, cuya lealtad es clave en el porvenir del club.