Es fundamental y prioritario, mantener una actitud y organización eminentemente preventiva y de adecuada reacción frente a cualquier fenómeno de la naturaleza, que pudiese surgir en nuestro entorno, como ya ha acontecido y sorprendiéndonos de manera devastadora. Lo que en adelante no debería suceder, porque las autoridades, profesionales y sus dispositivos de emergencia han aprendido la lección y ahora están preparados para afrontar cualquier desajuste terráqueo en eficiente conexión con las comunidades afectadas.
La reciente alerta amarilla -para el volcán Calbuco- determinada por los servicios correspondientes, revela esa disposición precavida frente la posibilidad de una nueva erupción de ese macizo andino. El cual, en los últimos días, ha estado presentando una preocupante sismicidad en ascenso, detectada claramente por la red de instrumentos de monitoreo que están emplazados en los faldeos de esa montaña. Lo que hace evidente la ebullición existente en el interior del gigante nevado, que podría repercutir en un nuevo estallido como el de hace un año, de cuyos daños ha costado mucho recuperarse, como lo han anotado los entendidos en la temática volcanológica.
En estos casos, es decisiva la coordinación que debe existir entre las autoridades, los responsables de la emergencia comunal, Sernageomin y su Red Nacional de Vigilancia Volcánica de Chile, Carabineros y los poblados más cercanos como lo son Ensenada, Correntoso, Colonia Río Sur y Alerce. Y a cuyos habitantes se les acaba de recomendar no acercarse al volcán a más de 5 kilómetros, además de suspenderse preventivamente las clases, hasta el martes, en cuatro escuelas aledañas.
Se anunció igualmente que personal municipal hará un recorrido por los pueblos circundantes al Calbuco, con el objetivo de conocer la inquietudes de los vecinos sobre el tema y organizarlos para actuar oportunamente y con seguridad frente a cualquiera emergencia. Coordinación que es clave en estas situaciones.
Curtidos por las tragedias que suelen surgir de los embates de la naturaleza, ya era tiempo de una buena preparación para enfrentarlas sin temores.