En medio de tanta noticia de decadencia social, expresada en estallidos de violencia, discordia e intolerancia, en nuestro país y el mundo, surge -cual maravilloso oasis de amistad, entendimiento, solidaridad y sana alegría- el anuncio de la octava versión del Festival de la Lluvia en Puerto Varas, entre el 21 y el 25 del mes en curso. Un edificante y cautivador evento que -liderado por la ejecutiva Vicki Johnson y apoyado por una comunidad entusiasta y participativa- cada año se supera y exhibe una admirable creatividad y colorido. Al punto que el prestigio en alza que va adquiriendo el certamen, ya lo perfila entre los más importantes sellos de identidad locales en materia turístico-cultural, como los Temporales Internacionales de Teatro en Puerto Montt e, incluso, las Semanas Musicales de Frutillar.
Se trata de proyectar a nuestro sur profundo y sus bellas ciudades, junto al mar y lagos, más allá de sus fronteras. Que la gente foránea -cada vez que arriban los gélidos y sombríos inviernos- sienta la incontenible necesidad de viajar a nuestra provincia, para disfrutar, en junio, de la sorprendente fiesta de la lluvia en Puerto Varas y, en julio, del embrujador arte escénico global en Puerto Montt.
La próxima semana, en la vecina ciudad de los rosales, nuestros habituales aguaceros se transformarán, entre otros, en un festivo desfilar de policolores paraguas, originales competiciones, singulares presentaciones circenses, exhibiciones de cine, carnaval de carros alegóricos, comparsas y contagioso divertimiento callejero. Todo un excepcional encuentro ciudadano de fraterna y festiva convivencia, junto a los rigores climatológicos sureños, transformados -ahora- en atractivos disfrutables con alborozo. En alternativa de recreación para la hermandad, el afecto y la consideración, bajo la lluvia o el tibio sol otoñal.
Ya no más inviernos grises, tediosos, rutinarios, melancólicos, por estos lares.
Puerto Varas, con sus calles y comercio especialmente engalanados, se apronta, la próxima semana, a brindar al visitante el Festival de la Lluvia 2016. Y Puerto Montt, en julio, anhela emocionar el alma forastera con lo mejor del teatro internacional.