Comerciantes apelan a recuperar la confianza de los consumidores
MAREA ROJA. En los principales mercados muestran los certificados de mariscos libres de la toxina paralizante.
La Seremi de Salud decretó la autorización para extraer y comercializar mariscos bivalvos en la zona de Castro y Canal Lemuy, en Chiloé central, lo que trae una luz de esperanza para quienes están dedicados a la actividad.
Sin embargo, persiste el cierre para toda la costa del Pacífico, así como el litoral interior de la Isla Grande, incluido el Canal Chacao.
La presencia de la Marea Roja, que se mantiene hace más de un mes, también ha generado graves perjuicios económicos para los comerciantes de ferias libres y mercados.
Recuperar confianza
Armando Gallardo, del local 40 en el Mercado Ibáñez, reconoció que está endeudado en más de un millón de pesos, pero tiene fe en que poco a poco los consumidores retomarán la confianza.
"Yo compro en Chaicas (Carretera Austral), donde no hay Marea Roja. Tengo el certificado de Salud que me respalda para venderlos", enfatizó.
En un lugar destacado luce la placa que lo certifica como local autorizado y el acta de toma de muestras con el timbre "Negativo a VPM (Veneno Paralizante de los Mariscos". En tales elementos, dijo, "debe confiar la gente. Poco, pero han comprado. Hemos hecho curanto y no pasa ná", agregó.
Mientras que Rafael Venegas, del local 53, dijo que sólo vende con esa acreditación. "Lo que es mariscos, viene todo del Estuario (del Reloncaví) y de la Carretera Austral. Eso está todo habilitado", aseguró e invitó a sus clientes a confiar en ese control que realiza la Seremi de Salud.
Gracias a eso, reveló que el fin de semana vendió todos esos productos del mar.
También en angelmó
La confianza de los consumidores debe recuperarse con un plan comunicacional, en el que las autoridades tengan una participación activa.
Esa es la propuesta de Rosa González, presidenta del Sindicato de Locatarios del Mercado Angelmó, para quien todos deben estar involucrados en esta iniciativa, "porque las autoridades dan confianza. Su ejemplo podría servir", planteó.
Una actividad de estas características, aseguró la dirigenta, podría potenciar los esfuerzos que en esa misma línea ha desplegado Salud.
De hecho, está tan segura que los productos que vende están libres del VPM, que el fin de semana preparó cinco curantos para vender en su cocinería. Los resultados le sorprendieron. "El sábado vendí cuatro, lo que para mí fue muy bueno. Y ayer, vendí dos pailas marinas y pescado, que es lo que más pide la poca clientela que está viniendo", reconoció.
A nivel de venta directa de mariscos, el panorama en ese mercado sigue siendo desolador. Sólo había un local con oferta de cholgas y almejas.
A cargo del "Plástico", estaba Jimena Lara, para quien la recuperación de la confianza de los clientes pasa por la unión de esfuerzos de los propios comerciantes.
"No saco nada con estar sola vendiendo mariscos. Somos los únicos que estamos vendiendo hoy (ayer). Y todo analizado por Salud. Pero, si mis colegas no me acompañan, ¿cómo vamos a llamar a la gente? Si yo no doy confianza, ¿los demás qué?", interrogó.
Llamó a ir paso a paso en esta tarea. "Partir los fines de semana y poner un poquito (de mariscos). Hay que arriesgarnos. Sé que la venta no está buena y cuesta, pero aun así hemos vendido", aseguró.
La forma en que lo ha logrado -aseveró- ha sido mediante la exposición de la placa de la Seremi de Salud.
A pesar que hay escasa demanda, los productores oferentes mantienen los valores precrisis de Marea Roja. Por eso es que sigue vendiendo en $ 800 el kilo de cholgas (tres kilos por 2 mil) y en mil pesos el de almejas. Todo -afirmó- viene de Panitao, Estero Comau y de la Isla Tenglo.
Reconoció que persiste una especie de sicosis entre los consumidores. Para dar tranquilidad, aseguró que el sábado consumió los mismos mariscos que tiene a la venta.