Func. Salud Poblaciones
Hemos leído con estupor e indignación la nota publicada en la edición del día domingo 17 de abril del Diario El Llanquihue, que atribuye falsamente a la seremi de Salud, Dra. Eugenia Schnake V., "amedrentamiento" y "malos tratos" hacia funcionarios de esta institución, y desliza la existencia de otras supuestas irregularidades en su gestión. Deploramos este ataque artero a la figura de una destacada profesional de la Salud de la Región, quien, en el desempeño de su rol actual como autoridad sectorial, da testimonio cotidiano de un acendrado compromiso con los valores de la salud pública y el bien común, tal como nos consta en tanto funcionarios.
En total contraste con lo que se señala en esa pieza periodística, la actuación de la Dra. Schnake se caracteriza por su liderazgo participativo e inclusivo, por su actitud respetuosa y dialogante respecto de los trabajadores, y por su esforzada entrega personal en aras del logro de los objetivos institucionales, privilegiando en todo momento la salud de la población como fin superior.
Es desalentador que, en un escenario de base difícil por las graves limitaciones estructurales que afectan el desarrollo de las tareas que la Reforma sectorial definió para la Seremi de Salud hace ya 10 años, se intente además desacreditar en forma tan flagrantemente falaz e injusta a la máxima autoridad de nuestra institución. Rechazamos categóricamente el tono y contenido de la "declaración pública" que se alude en la nota, la que no nos representa en absoluto.
Funcionarios Departamento de Salud de Poblaciones de la Seremi de Salud Los Lagos (Hay firmas).
Sobre Ley de Pesca
Una luz de esperanza traen las palabras del ministro de Economía, tras el término de la tercera reunión de la mesa de trabajo que estudia cambios a la Ley de Pesca. Señaló que se irán haciendo modificaciones para "enfrentar los desafíos que tienen sectores que no fueron cubiertos en la actual legislación".
Uno de esos sectores ha sido el de los trabajadores de la industria pesquera, quienes en las últimas dos discusiones de la Ley de Pesca hemos sido los grandes perdedores. No los pescadores artesanales, no los empresarios, sino los trabajadores. La promulgación de la Ley 19.713 derivó en que más de 100 barcos de pesca salieran de operación, provocando la pérdida definitiva de 1.800 puestos de trabajo. Los efectos sobre los hombres de mar, pescadores del sector industrial, aún se sienten. Prueba de ello es que el año 2015 se aprobó un proyecto de acuerdo para jubilar o pensionar a aquellos trabajadores que aún no logran recuperarse de este grave perjuicio.
Junto a lo anterior, en la última discusión los dirigentes nacionales luchamos para que en la actual ley se incluyera una Plataforma Social, que se hiciera cargo en forma real y eficiente de los efectos que tendría la nueva normativa, considerando que el 30% de los recursos serían traspasados al sector de los Empresarios Artesanales. Lamentablemente, lo que se incluyó en la actual ley bajo el nombre de Plataforma Social, si bien otorga algunos beneficios, está lejos de poder reparar el daño que el propio Estado provocó en los trabajadores desplazados. Es por ello que las declaraciones del ministro nos dan algo de esperanza, a pesar de que la mesa de trabajo que conforman el gobierno y parlamentarios de la Nueva Mayoría abiertamente contrarios a la pesca industrial, trabaja en silencio, sin haber considerado aún las opiniones de los verdaderos hombres de mar.
Esperamos que antes de hacer cualquier cambio a la Ley, se discutan y acuerden medidas de mitigación y protección social para los trabajadores de la Industria Pesquera Nacional. Nos mueve el interés de mantener nuestro empleo, nuestro único patrimonio y fuente de desarrollo para crecer dignamente, dando estabilidad económica y bienestar a nuestras familias.
ERIC RIFFO PAZ. Presidente Sindicato Motoristas Región del Biobío. Consejero Nacional de Pesca.
Control de identidad
A mucha delincuencia, muchas herramientas, muchos procedimientos, mucho control y lo que sea necesario hasta lograr resultados concretos; nuestra sociedad está cansada, otras visiones parecen paja molida.
Hasta aquí, el exceso de celo y sensibilidad a la posible vulneración de ciertos derechos no ha demostrado que logremos una mejor sociedad, ni de cerca; por el contrario, parece empeorarlo. No caben derechos de nadie cuando se me vulnera los míos a manos de la delincuencia en cualquier momento y de cualquier manera, especialmente aquellos actos que violentan mi dignidad, el respeto que yo profeso a los demás y al marco legal que me ha dado el Estado-país.Por último, no caben derechos de nadie y menos del delincuente, cuando el Estado es incapaz de garantizarme un mínimo de libertad y seguridad. Y sobre el control de identidad, ya se ha dicho: quien nada hace, nada teme.
JUAN M. CAEROLS SILVA.