Durante la semana que terminó, se desarrolló en Puerto Varas un seminario organizado por la Fundación Carlos Vial Espantoso, destinado a las pymes de la región, y del cual se pueden sacar varias conclusiones que sin duda aportan a los emprendedores de la zona.
Los tres conferencistas, en sus respectivas exposiciones, coincidieron en el valor del factor humano como elemento diferenciador del éxito de cualquier emprendimiento. Porque sólo aquellos equipos comprometidos -dijeron-, son capaces de empujar el carro incluso en los momentos difíciles; cuestión que sin embargo no es fácil de conseguir, en momentos que la rotación en las empresas es alta, el individualismo genera que muchas personas atiendan lo propio más que lo colectivo y no todos están en la dinámica de los ecosistemas colaborativos que tanto bien le hacen a las organizaciones y a la sociedad en general.
Pero el tema paulatinamente se comienza a instalar. Cada vez son más los que entienden que el objetivo no debe ser tener la mejor empresa del mundo, sino que la subsistirá, será aquella que sea buena para el mundo. Porque a la gente hoy le importa vivir en un mundo mejor.
En consecuencia, en ese escenario, las buenas prácticas laborales son muy diferenciadoras, los incentivos innovadores marcarán una nueva relación entre los trabajadores y sus jefes, porque poco a poco se está instalando en el ambiente que el éxito de la empresa, es el éxito de todos; en la medida claro, que los beneficios de ello sean efectivamente para todos.
De manera que hay que construir una suerte de épica en las empresas para dar la pelea en este mundo competitivo, y en ese contexto, las posibilidades que tienen las pymes y de regiones para alcanzar dicho éxito, es enorme, por la escala de las mismas.
Por lo mismo, hay un tremendo desafío para muchas empresas de la zona que ya dejaron de ser pymes para transformarse en grandes empresas, y donde la lógica del éxito ha tenido que ver justamente con una épica interna y muchas acciones positivas de parte de sus dueños con el entorno, pero donde ha prevalecido un bajo perfil mal entendido, que no le permite a la comunidad sentirse orgullosa de lo que tienen.
Es tiempo de comenzar a contagiar.