Siendo la conectividad clave y determinante para un sostenido desarrollo y modernización de Puerto Montt, sobre todo en su calidad de capital regional, deben ser bienvenidas -efusivamente- todas las inversiones que se vayan concretando en esta faceta del progreso y de mejores condiciones de vida.
Es así como hoy somos testigos del buen comienzo de los trabajos de construcción de la doble vía entre Puerto Montt y el balneario de Pelluco. Una gran obra de adelanto vial, que vendrá a fortalecer de manera substantiva el potencial del turismo en nuestra ciudad. Más todavía, tratándose de un avance fundamental en los planes de empoderamiento del borde costero puertomontino, que es la principal atracción para quienes llegan a visitarnos, ya sean turistas extranjeros o nacionales.
Ahora, salta al tapete de la noticia contingente el nacimiento de una nueva ruta de nueve kilómetros, que unirá Alerce Norte con Alerce Sur y asimismo con Puerto Montt, por la zona de Senda Central y La Vara, adjuntándose, además, otra conexión con la Avenida Austral.
Debe enfatizarse que impulsos conectivos camineros de esta envergadura, al facilitar los desplazamientos vehiculares y de transporte, están significando una importante ayuda -decisiva podría decirse- a toda la zona de Alerce, que está llamada a transformarse en otro relevante polo desarrollista de la Comuna de Puerto Montt. Con oportunidades laborales y de superación para las familias que lo habitan, sin olvidar el evidente porvenir comunal que posee la denominada ciudad satélite. La que, por lo demás, se encuentra inserta en una zona de innegables atributos turísticos, que también requirirá de inversiones interesantes para despegar.
Hay que considerar que todos adelantos viales son incuestionablemente imprescindibles para desahogar nuestro complicado tránsito -acosado por el incremento del parque automotor, sus estrechas calles y la empinada geografía de la ciudad-puerto-. De manera que es de capital importancia habilitar nuevas arterias urbanas, que descongestionen y otorguen la indispensable fluidez al hoy atribulado tránsito de un Puerto Montt, que no para de crecer y de positivamente influir en el progreso regional.