Durmiendo en angelmó

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Los avatares propios de un fin de semana largo, los suaves rayos solares de la mañana, más el sonido adormecedor de las aguas del canal de Tenglo, hicieron que este perro cayera fácilmente en los brazos de Morfeo. Además, ante la ausencia de turistas y compradores en la caleta Angelmó, consideró que no era una falta de respeto dormir sobre un banco.