Cada cierto tiempo, y bajo cualquier Gobierno, hay una polémica que se reflota, porque tiene muchas aristas políticas y permite múltiples interpretaciones, como es la del índice de desempleo. Ya que a decir de alcaldes o líderes gremiales de los trabajadores, las cifras no siempre reflejan la realidad.
El Gobierno por su parte defiende la medición y explica la forma en que se aplica el instrumento, detallando la metodología. Explicación que no siempre alcanza para conformar a los detractores del modelo, porque claro está, se enfrenta con la percepción de recibir en las oficinas municipales o gremiales, a muchos más desempleados que lo que las cifras oficiales establecen.
El tema no es nuevo y bien podría dar pie para que como país busquemos métodos de medición para este ítem y otros, más regionales. Lo mismo sucede con el IPC, que tampoco refleja la realidad del costo de la vida para el consumidor local. Porque ni la canasta lo interpreta ni los precios son los mismos que en la zona central.
Lo anterior, no es más que el reflejo del centralismo que vivimos en diversas materias, tanto en instituciones públicas como privadas, y donde la capacidad de decisión local o regional es escasa. Más bien se responde a un patrón nacional, que está lejos de interpretar la realidad local.
En consecuencia, en momentos que se discute sobre la elección directa de los intendentes, con el fin de fortalecer la democracia y dotar de mayor autonomía a las regiones; resulta conveniente que comencemos a analizar cómo descentralizamos una serie de mediciones que claro está, no se pueden aplicar de igual modo en cada rincón del país, y que según se advierte, no representan fielmente las particularidades de unos y otros.
Y en este tema puntual del empleo, tiene tantas particularidades, que claramente las mediciones no siempre reflejan lo que la sensación ambiente proyecta, y este fenómeno no sólo es propio de esta zona, sino que en el norte por ejemplo, a propósito del término de las faenas mineras, la población flotante se multiplica y las cifras de desempleo se suelen prestar para polémicas como la conocida acá por estos días.