El emprendimiento surge desde personas naturales o jurídicas de distintos tamaños y capacidad económica. Los más grandes, poseen recursos propios o capacidad para levantar aportes financieros porque cuentan con garantías suficientes para hacerlo. Los más pequeños difícilmente pueden lograrlo. Basado en esta realidad y en el afán de fortalecer, regionalizar y democratizar el emprendimiento, el Gobierno ha desarrollado a través de los organismos de fomento, un conjunto de instrumentos, que permiten apoyar en cualquiera de estos segmentos. No obstante, lo ha hecho con la lógica de una ruta de acompañamiento que ayuda a que los más pequeños puedan crecer en la medida que van desarrollando ideas de negocio de alto potencial.

En la base, Fosis, Indap, Sernam, Conadi, etc. cuentan con mecanismos que permiten apoyar a microempresarios del mundo urbano y rural, usualmente con subsidios no reembolsables, para que inicien o refuercen pequeños negocios orientados por la necesidad de quienes los ejecutan y que cuentan con mercados definidos. No obstante, algunos de ellos pueden alcanzar mayor crecimiento, decidiendo ampliar su negocio, agregando infraestructura o equipamiento, pudiendo entonces acceder -solos o asociados- a instrumentos de Sercotec, que cuentan con más altos niveles de apoyo, y que requieren aportes de contraparte. En esta fase, los centros de Desarrollo de Negocios los pueden también apoyar para definir con claridad su modelo de negocios. Quienes avancen hacia ideas de negocios centradas en una oportunidad de mercado no abordada o que presente innovaciones que tengan proyección de crecimiento dinámico, estarán en condiciones de acceder a instrumentos Corfo de co-financiamiento, en los que a través de una red de emprendimiento compuesta por incubadoras, aceleradoras y redes de mentores, acompañarán a los emprendedores para poner en marcha sus negocios. Si las expectativas se cumplen, entonces el propio Corfo dispone de instrumentos de apoyo a la inversión y garantías, que permitirán eventuales expansiones. Finalmente, las empresas que se hayan consolidado y que deseen introducir innovaciones en sus procesos, modificando o creando nuevos productos, podrán contar con instrumentos Corfo, de apoyo a la asistencia científico - técnica especializada, de beneficio tributario a la inversión en Innovación y desarrollo y de Innovación tecnológica empresarial: desde el diseño al escalamiento, Fondos de capital de riesgo, entre las principales. Por cierto, el sistema permite que los beneficiarios entren en cualquiera de estas etapas, pero lo relevante es que esta ruta de emprendimiento genera oportunidades para quienes se inicien desde los niveles más básicos y desarrollen competencias para crecer, un acompañamiento virtuoso, al que contribuyen también Universidades y organizaciones privadas de excelencia.

Adolfo Alvial

Director Regional de Corfo

Diversos organismos de salud han puesto una voz de alarma recientemente en relación a la alta incidencia que tienen las depresiones como causal de licencias médicas presentadas por trabajadores.

Aquellos informes representan una invitación para reflexionar sobre varios aspectos relacionados con la calidad de vida en nuestro país. Se trata de un problema directamente relacionado con la satisfacción y con los niveles de armonía en los cuales se desarrolla una persona.

Según las definiciones básicas, una depresión puede ser reconocida como un trastorno mental, eventual o crónico, dependiendo de cada paciente afectado y que debe ser tratado por profesionales de la medicina, por el gran riesgo que implica en sus estados más críticos.

Lamentablemente, su ocurrencia va en aumento. Se sabe que dos de cada diez chilenos ha pasado por alguna situación de este tipo a lo largo de su vida y que en el mundo hay 350 millones de personas afectadas por ella, en sus diferentes grados. Los pacientes de mayor riesgo son los adolescentes (8% en Chile), por lo cual se recomienda la intervención temprana de especialistas. Por lo mismo, se trata de una enfermedad incluida en el plan Auge y frente a la cual es necesario estar alertas, pues se encuentra vinculada a la mayoría de los suicidios de jóvenes.

En este último punto conviene detenerse, pues se trata de una enfermedad muy incomprendida y silenciosa, sobre la cual hay una serie de estigmas que la encubren y que impiden su pesquisa temprana, algo que pone a los pacientes en riesgo mayor.

En el ámbito laboral suele ser una situación compleja de abordar, pero acerca de la cual conviene abrir conversaciones que incluyan los niveles de estrés a los cuales está sometido cada trabajador, sus grados de pertenencia al grupo y su satisfacción.

También la calidad del empleo influye en la forma en que una persona se desempeña diariamente y los niveles de satisfacción que alcanza. Jefes y compañeros de trabajo tienen mucho que aportar para prevenir la ocurrencia y pesquisar los casos a tiempo.

Diversos organismos de salud han puesto una voz de alarma recientemente en relación a la alta incidencia que tienen las depresiones como causal de licencias médicas presentadas por trabajadores.

Aquellos informes representan una invitación para reflexionar sobre varios aspectos relacionados con la calidad de vida en nuestro país. Se trata de un problema directamente relacionado con la satisfacción y con los niveles de armonía en los cuales se desarrolla una persona.

Según las definiciones básicas, una depresión puede ser reconocida como un trastorno mental, eventual o crónico, dependiendo de cada paciente afectado y que debe ser tratado por profesionales de la medicina, por el gran riesgo que implica en sus estados más críticos.

Lamentablemente, su ocurrencia va en aumento. Se sabe que dos de cada diez chilenos ha pasado por alguna situación de este tipo a lo largo de su vida y que en el mundo hay 350 millones de personas afectadas por ella, en sus diferentes grados. Los pacientes de mayor riesgo son los adolescentes (8% en Chile), por lo cual se recomienda la intervención temprana de especialistas. Por lo mismo, se trata de una enfermedad incluida en el plan Auge y frente a la cual es necesario estar alertas, pues se encuentra vinculada a la mayoría de los suicidios de jóvenes.

En este último punto conviene detenerse, pues se trata de una enfermedad muy incomprendida y silenciosa, sobre la cual hay una serie de estigmas que la encubren y que impiden su pesquisa temprana, algo que pone a los pacientes en riesgo mayor.

En el ámbito laboral suele ser una situación compleja de abordar, pero acerca de la cual conviene abrir conversaciones que incluyan los niveles de estrés a los cuales está sometido cada trabajador, sus grados de pertenencia al grupo y su satisfacción.

También la calidad del empleo influye en la forma en que una persona se desempeña diariamente y los niveles de satisfacción que alcanza. Jefes y compañeros de trabajo tienen mucho que aportar para prevenir la ocurrencia y pesquisar los casos a tiempo.

El emprendimiento surge desde personas naturales o jurídicas de distintos tamaños y capacidad económica. Los más grandes, poseen recursos propios o capacidad para levantar aportes financieros porque cuentan con garantías suficientes para hacerlo. Los más pequeños difícilmente pueden lograrlo. Basado en esta realidad y en el afán de fortalecer, regionalizar y democratizar el emprendimiento, el Gobierno ha desarrollado a través de los organismos de fomento, un conjunto de instrumentos, que permiten apoyar en cualquiera de estos segmentos. No obstante, lo ha hecho con la lógica de una ruta de acompañamiento que ayuda a que los más pequeños puedan crecer en la medida que van desarrollando ideas de negocio de alto potencial.

En la base, Fosis, Indap, Sernam, Conadi, etc. cuentan con mecanismos que permiten apoyar a microempresarios del mundo urbano y rural, usualmente con subsidios no reembolsables, para que inicien o refuercen pequeños negocios orientados por la necesidad de quienes los ejecutan y que cuentan con mercados definidos. No obstante, algunos de ellos pueden alcanzar mayor crecimiento, decidiendo ampliar su negocio, agregando infraestructura o equipamiento, pudiendo entonces acceder -solos o asociados- a instrumentos de Sercotec, que cuentan con más altos niveles de apoyo, y que requieren aportes de contraparte. En esta fase, los centros de Desarrollo de Negocios los pueden también apoyar para definir con claridad su modelo de negocios. Quienes avancen hacia ideas de negocios centradas en una oportunidad de mercado no abordada o que presente innovaciones que tengan proyección de crecimiento dinámico, estarán en condiciones de acceder a instrumentos Corfo de co-financiamiento, en los que a través de una red de emprendimiento compuesta por incubadoras, aceleradoras y redes de mentores, acompañarán a los emprendedores para poner en marcha sus negocios. Si las expectativas se cumplen, entonces el propio Corfo dispone de instrumentos de apoyo a la inversión y garantías, que permitirán eventuales expansiones. Finalmente, las empresas que se hayan consolidado y que deseen introducir innovaciones en sus procesos, modificando o creando nuevos productos, podrán contar con instrumentos Corfo, de apoyo a la asistencia científico - técnica especializada, de beneficio tributario a la inversión en Innovación y desarrollo y de Innovación tecnológica empresarial: desde el diseño al escalamiento, Fondos de capital de riesgo, entre las principales. Por cierto, el sistema permite que los beneficiarios entren en cualquiera de estas etapas, pero lo relevante es que esta ruta de emprendimiento genera oportunidades para quienes se inicien desde los niveles más básicos y desarrollen competencias para crecer, un acompañamiento virtuoso, al que contribuyen también Universidades y organizaciones privadas de excelencia.

Adolfo Alvial

Director Regional de Corfo