"Fuimos a Europa sin inconvenientes, pero aquí notamos frialdad en la atención"
Adriana Piva, turista argentina, y su visita a Puerto Montt en esta temporada veraniega.
"La gente tiene que trabajar más y mejor. Perfeccionarse. Hay que mejorar la productividad"
Andrés Montero, comentarista de radio y prensa, y la difícil situación que enfrenta el sector salmonero.
Hoy se celebra en Puerto Montt el 113 aniversario de la fundación de nuestra ciudad con un acto cívico-militar en la Plaza de Armas. La ceremonia comenzará a las 10 horas, para finalizar al mediodía. Toda la ciudadanía está invitada a concurrir a participar en uno de los días de más trascendencia de la Semana Puertomontina.
Con la tradicional ceremonia de cambio de folio, realizada ayer en el histórico edificio de calle Antonio Varas, en pleno corazón de Puerto Montt, El Llanquihue, el cuarto diario más antiguo de Chile, celebró ayer sus 130 años de labor informativa. El discurso de aniversario fue pronunciado por el Director del diario, Roberto Gaete.
Hay muchas maneras de gestionar un vertedero, la legislación impone las bases fundamentales, pero muchas veces esta gestión se ve ninguneada por las malas proyecciones que los diseñadores planearon para el vertedero, desde su localización, la prevención, hasta su posterior aprobación, debido a que seguramente, no son eruditos en la materia.
No es inaudito que haya un incendio en un vertedero en temporadas estivales. Los vertederos generan gases por la descomposición de la materia orgánica, entre ellos el metano, altamente inflamable en determinadas concentraciones.
Un movimiento o deslizamiento del material podría haber arrojado a la atmósfera una cantidad de gases mayor a la usual, gases que se encontraban atrapados entre los materiales y el movimiento ayudó a liberal. Si a esto le sumamos vidrios que puedan actuar como una lupa junto al sofocante sol de verano y los materiales circundantes, altamente inflamables como plásticos y desechos similares, tenemos la mezcla perfecta para un incendio espontáneo.
La cuestión que nos genera este incendio es si su ubicación era la correcta. Que Santiago esté envuelta en una nube, que aunque digan que no es tóxica, presupongo que no es 'nada sana', debería haber estado contemplado en el proyecto. Los regímenes de vientos y posibilidad de incendios son conocidos por los proyectistas, sin dudar de su competencia. Además, el plan de contingencia de estos eventos debería ser más rápido, teniendo equipos preparados y volúmenes de tierra suficiente para sofocar este tipo de incendios, difíciles de extinguir con simple agua.
La gestión de los residuos tiene que evolucionar con el país. Debemos reciclar desde casa, pero también hay que separar la basura antes de descargarla al vertedero. Muchos vertederos lo hacen mediante maquinaria especializada y personal calificado, recuperando grandes toneladas de vidrio, plástico retornable y metal. Además, muchos vertederos van siendo cubiertos por arcilla y lonas superficialmente, dejando solo algunos canales como vía de escape de los gases, que son captados y utilizados para otros procesos, evitando así que escapen a la atmosfera y siga empeorando el efecto invernadero. No por esto van a dejar de existir los incendios en los vertederos, pero sí que el porcentaje va reducirse considerablemente acompañando a la gestión efectiva, que cuenta mucho en este gran problema necesario de acumular todo lo que desechamos.
Geólogo, Facultad de Ingeniería de la Universidad Central.
Antonio Peralta.
Un abrazo mutuo -agradecido, cálido y de férreo compromiso para seguir unidos en un incansable trabajo por un presente y futuro mejores- , se dan hoy -12 de febrero- Puerto Montt y el Diario El Llanquihue. Nacidos ambos el mismo día, pero 32 años después de Melipulli nuestro matutino. Histórica fecha, desde la cual se ha forjado un acerado vínculo de amistad, confianza y lealtad, que se ha mantenido inalterable, transformado en fuerza emprendedora, y que ha ido fructificando en crecimiento y desarrollo.
Desde aquel pretérito fundacional, y aún antes con los hacheros chilotes que desbrozaron el impenetrable bosque que llegaba hasta las riberas del Reloncaví, -y luego con briosa, fecunda y visionaria sangre colonizadora hispana y germana-, Puerto Montt fue avanzando hacia el progreso. Acaso lentamente, pero a paso seguro y sostenido. Siempre dispuesto a enfrentar y superar los desafíos. Y con metas claras en rubros claves como el desarrollo portuario y el afianzamiento de los terminales de transporte marítimo, aéreo, ferroviario y terrestre. Mientras se planificaba el poblamiento de la ciudad en su sinuosa y empinada geografía, que en el último medio siglo sobrepasó toda expectativa.
A su vez, El Llanquihue -que también luchó por superarse- no cesó de acompañar y ayudar a Puerto Montt en cada una de las etapas de su empeño progresista. Especialmente, en sus procesos educacionales, de salud, cultura, deportes, viviendas, entre otros rubros del avance integral de una urbe con vocación de capital regional. El Diario, que también se iba modernizando, le supo responder con mística, honradez y el más alto espíritu constructivo. Señalando sus defectos, para corregirlos. Aplaudiendo sus aciertos, para revitalizar el fervor. Alentando siempre a trabajar unidos, mejorar y llegar más lejos.
Más de un siglo después de aquellos inmortales albores, -incluso renaciendo desde un terremoto-, el Puerto Montt de hoy es una de las ciudades más progresistas y con más futuro del país y el continente. De lo que El Llanquihue también está orgulloso, consciente de que su honesta y generosa contribución, ha servido a la causa. Y, sobre todo, a un bienestar cada vez mejor y digno de las personas que aquí habitan.