Ha partido de esta vida, otro insigne puertomontino que dejó huella e hizo el bien a Puerto Montt y su gente: Jorge Pérez Sánchez. Un destacado abogado que desempeñó de manera notable su profesión y que la proyectó en su momento también al ámbito de los derechos humanos, además de preocuparse asimismo de aportar en los espacios de la cultura local, a través de su bagaje interior enriquecido en la lectura de obras literarias y su agrado por el mundo de las artes.
Sobresalió también en la palestra de la política, como disciplinado y generoso militante del Partido Demócrata Cristiano. Base desde la cual pudo cumplir importantes misiones de servicio público. Entre ellas, la de secretario abogado de la en ese entonces Intendencia de la Provincia de Llanquihue, en la década los 60´, siendo una de sus más fuertes experiencias los trágicos acontecimientos acaecidos en el sector de Pampa Irigoin en marzo de 1969, cuando se encontraba en el desempeño del cargo de intendente subrogante.
De buen timbre de voz, facilidad de palabra, convicción y dominio del tema cultural, Pérez incursionó con pleno éxito desde tribunas radiales porteñas. Donde marcó un importante capítulo en esta área a través de sus escuchados y benéficos Apuntes Culturales de Melipulli. Un popular programa, donde sus bien fundadas y certeras opiniones remecían el ambiente y sus ágiles entrevistas sacaban del anonimato a los protagonistas del quehacer artístico de aquellos años. Además de provocar reacciones positivas y motivar a la superación en el campo de las artes con renovadas iniciativas y propuestas.
No extrañó, entonces, que este despertar intelectual en la ciudad, liderado por Jorge Pérez Sánchez y sus colaboradores, culminara en 1979 en la creación de la Corporación Cultural de Puerto Montt y luego derivase igualmente en el nacimiento de los ahora afamados Arcoiris de Poesía.
Profesionales ejemplares, como el que acaba de partir, que comparten su carrera y dones personales con su prójimo -como Pérez Sánchez desde una tribuna cultural-, son los que nuestras regiones necesitan para acumular entendimiento, progreso y una vida mejor. ¡Que la paz te acompañe, coterráneo!