Concejal Ulloa
Me parece excelente que en su rol de fiscalizador se preocupe por el cumplimiento y ejecución de distintas obras que el municipio realiza, aprueba o gestiona; por lo demás, no tengo ningún reparo a la labor que Ud. como mandatario del voto popular ejerce, pero, me parece de muy mal gusto ocupar dicha tribuna para tergiversar la información y hacer ver a una comunidad educacional como "negligente e irresponsable" a sabiendas que el proyecto de calle Regimiento ha sido modificado más de cuatro veces por distintos motivos respecto al diseño, ingeniería y mejores alternativas para la mitigación vial. Dichas modificaciones han pasado por los distintos servicios públicos responsables del proyecto y hasta la fecha se está a la espera de la aprobación final por parte de SERVIU.
Como verá, Sr. Ulloa, e imagino Ud. conoce con la celeridad con la cual funciona nuestro sistema público, este tema debería haber estado resuelto hace mucho tiempo, pero, por razones circunstanciales, estamos a enero del 2016 y aún no hay luz verde para que el Colegio San Francisco Javier pueda ejecutar la obra, por la cual ahora está siendo cuestionada, vilipendiada y tratado incluso de mal vecino, siendo que el establecimiento ha cumplido, entregado y subsanado cada una de las observaciones que se presentaron en su oportunidad.
Para finalizar, lo invito a ponerse en contacto con la comunidad del colegio San Francisco Javier, para que podamos en conjunto aclarar algunas de sus dudas que tenga respecto al avance del proyecto y ejecución de las obras, para así, de una vez por todas, tenga la información completa y pueda informar a sus electores y seguidores de redes sociales con la verdad y no tergiversando o manipulando la información, pretendiendo sacar algún tipo de ventaja política al respecto, más aún en este año de elecciones.
ALAN PABLO BARRÍA V. Presidente del Centro General de Padres y Apoderados Colegio San Francisco Javier.
Eduardo Frei Montalva
En enero de 1982, sin quererlo, los chilenos fuimos testigos de uno de los crímenes más ignominiosos que recuerda la historia republicana de nuestro país, el asesinato del ex Presidente Eduardo Frei Montalva. Su incuestionable liderazgo, su prestigio internacional y su estatura moral eran una amenaza para la dictadura de Pinochet, razón por la que lo asesinaron cobardemente. Cuando se cumplen 34 años de su muerte, los demócrata- cristianos de todo Chile recordamos a un hombre cuyos sueños y su gobierno cambiaron la vida de las chilenas y chilenos, teniendo como norte la justicia social, que es la razón de ser de la Democracia Cristiana. Frei Montalva, dando vida a la doctrina social cristiana, impulsó un ambicioso plan de gobierno que llevó adelante reformas tan profundas como la reforma agraria; la sindicalización campesina; la reforma educacional; la promoción popular, que en palabras simples era promover la organización comunitaria de los chilenos y las chilenas, para de esa manera pudieran luchar juntos por mejorar las condiciones de vida de cada miembro de su comunidad; la chilenización del Cobre; la nacionalización de la Compañía Chilena de Electricidad; la creación de la Televisión Nacional de Chile; la creación de la Ley de Seguro Obligatorio contra accidentes del Trabajo y enfermedades Profesionales; la creación del Duoc y del Inacap. Estas y muchas más, fueron impulsadas por su gobierno. Frei Montalva contribuyó a hacer de Chile un país moderno, lo hizo con la fuerza de las ideas, las mismas en que hoy creemos y que queremos seguir impulsando. Fue un demócrata, no buscaba someter sino convencer, pero sabía levantar la voz para defender sus ideas, nunca renegó de lo que pensaba y sí que pagó costos, hasta entregar su vida. "Don Eduardo", como todos le decían, era un líder que convencía a las personas de su propio valor y de su capacidad de lograr grandes propósitos y de hacerlo en comunidad, porque era justo y era posible.
Hoy, la Democracia Cristiana requiere de la unidad para convencer y cumplir con su rol histórico. Desde luego, el mejor legado de Frei se reflejar hoy el espíritu que lo animaba de encontrar las respuestas nuevas para los nuevos tiempos. Tal como el propio Frei Montalva lo dijera en la reunión que tuvo lugar en el Teatro Caupolicán a propósito del Plebiscito de 1980: "Somos la continuidad histórica de Chile y es a la Patria misma la que nos debemos". Para terminar, quiero recordar parte de la Homilía del Cardenal Raúl Silva Henríquez, en una catedral repleta de hombres y mujeres que venciendo el temor, aquel verano de 1982, quisieron despedir a una de las figuras más preclaras de la historia republicana de nuestro país: "Ven bendecido de mi Padre, yo tuve hambre y tú me diste de comer en los pobres de Chile. Yo estaba sin casa y tú me procuraste una habitación digna para mí. No tenía tierra para trabajar y tú supiste reconocerme en los campesinos de Chile. Yo estaba en la cárcel y tú me fuiste a ver. Yo me encontraba humillado y tú levantaste tu voz para defender mi dignidad".
COZUT VÁSQUEZ GONZÁLEZ. Presidente DC Distrito 57.