A la espera de subsanar las observaciones realizadas al proyecto, para poder pavimentar el frontis del Colegio San Francisco Javier, se encuentra el rector del establecimiento educacional particular, Paul Mackenzie.

El rector del San Javier explicó que el diseño del plan fue ejecutado por los ingenieros de la empresa Dos Esteros. "No podemos construir mientras ésto no se encuentre listo, pero es muy lamentable porque hemos quedado como negligentes", aseveró.

Mackenzie agregó que la segunda etapa de la pavimentación de la ampliación de calle Regimiento recién está empezando.

"Esperamos pronto comenzar a construir y llegar a un acuerdo, para ver la forma cómo vamos a funcionar. Lo que se debe pavimentar es menos de 200 metros, y se refiere al camino y un muro de contención", explicó.

Reconoció que existe una boleta de garantía por 110 millones de pesos, pero que tras las observaciones realizadas, esto se incrementó a 400 millones de pesos. "Hay que considerar que falta toda una etapa que recién está comenzando, e incluso este proyecto (pavimentación de calle Regimiento) ha tenido tres diseño distintos", expuso. Mackenzie reconoció que las conversaciones con el Serviu (Servicio de Vivienda y Urbanización) han prosperado y que habrá una pronta solución. En todo caso, dijo que se está analizando la forma de generar más recursos y financiar la parte que falta de aproximadamente 300 millones de pesos.

Vicente Pereira Parra

Un incremento en los ataques vandálicos al sistema de alumbrado de Puerto Montt, se registró durante la última semana. Más de 20 sectores fueron afectados por esta clase de sucesos.

En el municipio creen que se trata de una serie de "atentados" realizados por alguna agrupación organizada.

En sitios afectados, desconocidos intervinieron las cajas doblando sus tapas, y así pudieron ingresar las manos para poder manipular los automáticos o simplemente alternaron el horario de funcionamiento de las luminarias, con la intención de que estén encendidas de día y apagadas de noche, según explica Sergio Morales Agüero, jefe del Departamento de Electricidad de la Municipalidad.

También, fueron abiertas las tapas de registro de postes de alumbrado de público, como ocurrió en el sector de la Costanera (frente al Mall Paseo Costanera).

"Aquí nos sacaron toda la cablería y la dejaron tirada en el suelo... No hay ánimo de apagar luces y todo eso, sino que de romper cosas", subraya Morales.

Estas cajas (cuestan unos $100 mil cada una) encienden -en promedio- entre 40 a 60 luminarias y muchas de ellas están ubicadas a más de un metro de altura. Incluso se alteró una que está instalada a seis metros de altura.

Por ello -explica Morales- uno de estos elementos puede servir para abastecer hasta dos poblaciones.

"Parece que fueron bajando desde el sector alto hacia el centro y luego llegaron hasta Alerce", acentúa el jefe de Electricidad de la Municipalidad.

Por esta razón, desde el municipio de Puerto Montt confirmaron que colocarán todos los antecedentes en el Ministerio de Público, de tal manera de que se inicie una investigación que permita dar con los responsables de estas acciones.

Cambio de sistemas

Cada vez que ocurre un hecho de esta naturaleza, el municipio tiene que realizar un cambio de todo el sistema que opera en cada caja.

Lo que significa -además- un día o día y medio de labores para quienes realizan estas tareas.

Y eso repercute también -según explica Morales- en que se dejan de arreglar entre 30 a 35 luminarias al día.

Dentro de todos los lugares afectados destaca la escalera Manuel Montt (lugar donde fue asesinada la docente Paola Cerda), donde se instalaron más de 20 faroles con tecnología Led, pero debieron ser retirados producto de que fueron destruidos.

"Nos robaron toda la canalización subterránea, por lo que debimos retirarlos y reformar todos los postes de concreto armados", lamenta Morales. Cada uno de estos faroles implicó un gasto de $450 mil por cada uno.

Uno de los sitios más afectados es Modelo. Según acusa el presidente de la Junta de Vecinos, Hernán Ibáñez, este tipo de cosas significa quedar sin luz por algunas horas.

Esto genera -según dice- que la población viva con una gran inseguridad, por cuanto es fácil que se conviertan en víctimas de la delincuencia por este motivo.