Clamor desde isla Tac
Carta dirigida a Enrique Cárdenas, seremi de Transportes y Telecomunicaciones: Nos permitimos escribir desde estas lejanas tierras de La Región de Los Lagos, Isla Tac, para plantearle dificultades que tenemos con el transporte de pasajero entre la isla y la isla grande de Chiloé (tres horas de viaje en lancha con buen tiempo Tac - Dalcahue), debido a la demora en la entrada en operaciones de la nueva embarcación que debía estar funcionando en agosto de este año.
La demora, que a nuestro modesto entender como habitantes de la isla sería una burocracia inexcusable de la autoridad de transporte que usted dirige, situación evitable si en la adjudicación de la licitación de recorrido se hubiera actuado con prolijidad funcionaria. Por ello queremos pedir una pronta solución a este problema de trasporte que nos afecta, antes que comience las temporada de vacaciones de verano donde aumenta el flujo de pasajeros. La Sofía era la lancha que remplazaría a la última esperanza, que debía comenzar su recorrido en agosto del 2015, pero por un problema y otro hasta el día hoy eso no ha sucedido. La empresa inversiones oceánica y Juan Gutiérrez hicieron una reunión con los habitantes de la Isla y se comprometieron que el 16 de noviembre comenzaría a funcionar el recorrido con la lancha Sofía, pero eso nunca se cumplió.
Señor seremi, las cosas no se están haciendo con seriedad de parte de la empresa como de las autoridades responsables de contratar este servicio de trasporte marítimo, lo que afecta a una comunidad de 360 habitantes. Como ustedes saben, la actual embarcación que tenemos tiene varias fallas para los pasajeros, como el baño, pérdida de gas del caño del motor, la baranda de la cabina es riesgosa sobre todo en caso de lluvia. Nos sentimos dolidos y molestos con la empresa que debía hacer el transporte, pero entendemos que la autoridad posee la principal responsabilidad en este problema. Por ello, reclamamos una pronta solución de su parte.
CARLOS CÁRDENAS ALONSO. Presidente Junta de Vecinos Isla Tac.
Regalos navideños
Nadie puede negar lo agradable que es recibir un regalo en Navidad. Sin embargo, no siempre ese regalo es una muestra de cariño. Muchas veces, es simplemente un "por cumplir". El espiritu navideño ha sido totalmente sobrepasado por el consumismo, transformándolo en una competencia de capacidad económica.
El regalar en Navidad es una tradición que solamente debería beneficiar a los niños. En ninguno de los pasajes de la Biblia, relacionados con el nacimiento de Jesús, se indica que los reyes magos llevaran regalos a María y a José. Los obsequios eran solamente para el niño recién nacido.
JORGE VALENZUELA ARAYA.
Farmacias estatales
Cuando se hace referencia a las mal llamadas "farmacias populares", que en estricto rigor no son más que farmacias estatales - dado que todo el proceso de adquisición de medicamentos y venta se realiza por instituciones estatales - se pone el foco en que sería el Estado y no las personas quienes mejor pueden dar satisfacción a determinadas necesidades.
Cuando uno se encuentra en el camino de la promoción y defensa de las ideas de la Sociedad Libre y Responsable, lo primero que hay que hacer al analizar ideas como éstas es reflexionar en torno a lo que se ve y a lo que no se ve de una decisión como la creación de dichas farmacias. Lo que se ve a primera vista y en el corto plazo, serían las personas adquiriendo medicamentos a menores precios respecto a las farmacias. Sin embargo, si uno da un paso más allá, comienza a aparecer lo que no se ve. No se ve que es el propio Estado que utiliza su "poder negociador" (sustentado en la amenaza del uso de la fuerza) frente a las empresas que fabrican medicamentos para comprar más barato. En este punto se hace necesario indicar que dichas empresas no compiten por obtener mejores precios de parte del Estado (Cenabast), sino que se coluden con la institución pública para generar ingresos seguros y de esta forma no salir al libre mercado a generar ingresos, lo que se denomina mercantilismo. Idea contrapuesta a los principios de un orden social libre. Por otro lado, tampoco se ve que los recursos ocupados por el Estado para adquirir los medicamentos provienen de la extracción de éstos a las personas. Vía impuestos, se paga la burocracia y todos los engranajes que mantienen viva a la máquina estatal. Por tanto, no existe tal cosa como medicamentos baratos. ¿Qué se puede hacer para bajar el precio de medicamentos? La solución no es más Estado. Han sido las excesivas regulaciones estatales que generaron la concentración del mercado en pocas empresas; por tanto, se deben revertir, liberalizar las regulaciones, permitir que los medicamentos se vendan en supermercados, terminar con la exigencia del químico farmacéutico y con todas aquellas trabas que no se condicen con una sociedad libre y responsable.
JAVIER SILVA SALAS. Ciudadano Austral.