Un recurso que desde hace algunos años se encuentra sin prestar servicios al progreso regional, en los ámbitos del turismo en particular, es el centro de montaña "La Burbuja", enclavado en el volcán Osorno desde 1982, pero que a finales de los años 90´ fue entregado por el municipio de Puerto Varas a Conaf, pasando de esta entidad, posteriormente, a manos de un empresario estadounidense, que intentó reactivar, sin éxito, el centro invernal, que así ha permanecido inutilizado en el último tiempo.
Dicho histórico emplazamiento andino, que fue construido con fondos del gobierno regional y de las cuatro municipalidades de la cuenca del lago Llanquihue, -dotado de restaurante y hospedaje-, llegó a ser una gran atracción turística durante el decenio de los 80. Pero, por los vaivenes e inestabilidad de la economía, entre otros factores, derivó a una situación de decadencia que ha sido difícil de superar, reflejada en el estado de postración hoy experimentado por el referido complejo nevado.
Sin embargo, y en conocimiento de que ha habido intentos por reanimar a la recordada "Burbuja", es posible concluir en que se pueden reconsiderar y reactivar los planes que rondan en torno a la recuperación de este emplazamiento volcánico. Sobre todo, en lo relacionado con una de sus importantes características -como refugio escolar-, pensando en el lamentable desperdicio que está significando, por medio de paseos de cursos, para los estudiantes de la zona y de todo el país, que sueñan con conocer la nieve y vivir esa experiencia que enriquecería el amor a la naturaleza y fortalecería la conciencia ecológica de las nuevas generaciones.
No cabe duda, que sería un gran logro y avance desarrollista desde los hombres y mujeres del mañana. Posibilidad que depende, sin embargo, de la voluntad y resolución de las autoridades respectivas de los rubros involucrados, como Conaf, municipios lacustres, Ministerio de Educación, entre otros servicios vinculados al turismo. La "Burbuja" se niega a morir. Renacerá para el mundo estudiantil.