Anticipan pesimista panorama para la industria inmobiliaria
IMPUESTOS. Ejecutivo anticipa "frenazo" en actividad, por entrada en vigencia del IVA a vivienda nueva.
Aunque el mercado inmobiliario regional va a cerrar este año con números azules, las proyecciones para 2016 y 2017 no son tan favorables, aseguró Pedro Valdés, gerente Comercial de Inmobiliaria Altas Cumbres.
El ejecutivo afirmó que las ventas de casas y departamentos nuevos se vieron impulsadas por la próxima aplicación del impuesto a la vivienda que considera la Reforma Tributaria y que gravará a las viviendas con permisos de edificación obtenidos posterior al 1 de enero de 2016. "Para proyectos que van a entregar el próximo año, se va a mantener relativamente estable, con una pequeña baja, porque ya hay una disminución violenta de entrada de nuevos proyectos. En 2016 no va a crecer el mercado y para 2017 habrá una baja considerable", adelantó. Reveló que ello se advierte en los permisos de edificación. "Los nuevos permisos de este año en la zona, ya han tenido una baja considerable y muy violenta", afirmó. Aunque no maneja datos precisos, aventuró que han decrecido en cerca de un 50 %, respecto a la misma fecha del año pasado. Esta condición, afirmó, motivará el consumo del stock vigente. Pero, la reactivación de la actividad tomará su tiempo. "Desde que tengamos nuevos permisos de edificación, hasta que podamos ver nuevos proyectos, va a pasar un año, lo que va a ser en 2017 o en el primer semestre de 2018", dijo. Valdés cree que tras la aplicación del IVA, "vamos a tener una muy baja posibilidad de crecer como industria". Agregó que al detenerse el negocio inmobiliario, también lo hará el de la construcción, "que es uno de los absorbentes importantes de mano de obra", con lo que implica la actividad de proveedores.
Aumentan los precios
Por eso advirtió que las inmobiliarias pasarán de ser sujetos consumidores de IVA, a traspasadores de esa carga impositiva, la que finalmente absorberá el cliente final. Los primeros cálculos de Valdés precisan que los precios de sus proyectos deberían moverse al alza, "entre un 8,5% y un 12% como valor final". Esa situación ha sido sincerada con sus clientes, quienes hoy están anticipando decisiones de compra. "Pero va a llegar un momento en el que se producirá el aumento de precio y se va a parar, hasta que exista una acumulación suficiente de demanda", dijo.
No descartó que en tanto ello no ocurra, algunas inmobiliarias "van a tener que liquidar, al no ser capaces de mantener esa no venta. O, hasta que la gente asuma ese mayor valor, como el costo propio de tener una vivienda y lo empiece a pagar". Asimismo, descartó que los bancos flexibilicen sus créditos. "Parte de las reformas que están afectando al negocio, es que los bancos tienen que ponerse más restrictivos en el otorgamiento de créditos (...). El 10 % de diferencia es abordable; el 20 % ya no lo es tanto. Esa diferencia va a dejar a mucha gente fuera del mercado", lamentó.
Esa empresa mantiene vigentes cuatro proyectos en la zona: el Condominio Alto Reloncaví y las casas y departamentos Alta Vista, en Puerto Montt; así como Mirador de Philippi y departamentos Bordelago, en Puerto Varas.