Atentado en Francia
Lamentando profundamente los brutales atentados en París, pareciera ser necesario entender que el mundo no se enfrenta a una guerra "normal", tradicional, en la que se respeta, dentro de lo que se puede, el derecho de gentes. Lo que vivimos es una guerra geopolítica en que todos los vectores están presentes en ello: la cultura, la religión, las características de la población, los objetivos, el tipo de fuerza y la definición de un objetivo que se publicitó hace algo más de dos años y occidente no lo entendió.
Tampoco entendió que los golpes son sobre los símbolos de los Estados occidentales elegidos como objetivos y, en Europa, está claro que Gran Bretaña, Alemania y España son objetivos por su participación individual sobre el Estado Islámico. Luego del atentado a Charlie Hebdo, Francia debió haber entendido que su enemigo estaba decidido. Luego vino el atentado a un avión ruso en Egipto, un atentado en Beirut y todo apuntaba al Estado Islámico y a una advertencia referida a la intervención dentro del espacio definido como el Califato. Ese es su espacio objetivo y, ante la superioridad de los aliados, sus armas para enfrentarlos son los instrumentos criminales del terrorismo en el espacio político de sus enemigos. La guerra geopolítica va sobre aquellos vectores que generan el terror y no respetan la vida de las personas. Claramente la vida tiene un valor diferente en el mundo del Estado Islámico y occidente. Claramente entramos a una situación de la política mundial distinto. Francia ya estaba en alerta y aun así sufre los efectos del terror. Saquemos las lecciones necesarias y es el mundo en su conjunto quien debe enfrentarlo.
JORGE SANZ JOFRÉ. Académico Facultad Gobierno U. del Desarrollo.
El planeta de los simios
Los atentados de París reflejan la locura que impera en el mundo. Tal insanía, sin embargo, no es patrimonio exclusivo de un grupo de fanáticos religiosos jihadistas. Occidente podría dar cátedra respecto a intolerancia y cómo canalizarla de la peor manera frente a otras culturas.
Isaac Newton nunca pensó que al proponer su tercera Ley contenida en su Philosophiae naturalis, esta describiría de manera simple y fascinante no sólo los movimientos de las partículas en el Universo, sino que también podría ayudar a entender de manera descarnada y pavorosa algunos aspectos del comportamiento humano. El principio de acción y reacción está adquiriendo un funesto significado en los barrios de París hoy día. Un significado similar al aprendido desde hace años en los barrios de Bagdad, Jerusalén, Damasco, Trípoli o Kabul.
Aunque es muy dificultoso para alguien de estas latitudes reconocer la primera acción que activó hace más de un siglo la serie de reacciones y acciones y reacciones posteriores, la espiral de violencia que ha girado desde entonces haciendo una escala mortal en la Ciudad Luz esta vez, seguirá danzando en este baile de muerte y destrucción, si no demostramos con genuina empatía, ingenio y alegría reacciones que nos hagan justos merecedores del apelativo de Homo sapiens. De lo contrario, seguiremos llorando muertos, propios y ajenos, ya que al parecer en el planeta Tierra dominan los Homo erectus y Homo habilis, relegando a un Libro Rojo Mundial al Homo sapiens, especie rara y que quizás es el eslabón perdido.
MARCELO SAAVEDRA PÉREZ. Biólogo.
Estado Islámico
Cuando mi profesor de Derecho Internacional, sacerdote y abogado, catalogó los diversos tipos de guerras, tuve la impertinencia de decirle que las religiosas no existían y sólo había guerras económicas.
Como insistí, me tildó de materialista con las consiguientes penas del infierno. Ante la guerra y el terrorismo que estamos experimentando, insisto que es económica, donde la bandera de lucha en el caso del E.I. ampara su acción en pensamientos fanáticos y fundamentalistas equivocados de la religión islámica, justificando la lucha en contra de los infieles y apóstatas, que somos todos aquellos que no profesamos el Islamismo. No quieren convertirnos, sino eliminarnos, demostrando que persiguen fines materialistas, más que espirituales. No es primera vez en la historia de mundo que se pone a Dios como bandera de lucha, con un fin meramente terrenal de poder haciendo la guerra aún más feroz, porque a los soldados se les promete un cielo acomodaticio. Mi profesor no logró convencerme.
MARCOS CONCHA VALENCIA.
¡Aún hay patria...Puertogol!
Ojalá Deportes Puerto Montt tenga la suerte necesaria para que este fin de semana se den los resultados y pueda, matemáticamente, clasificar a Liguilla, ya que su último empate no le bastó para ello. El equipo ha hecho un gran esfuerzo y merece que se le siga apoyando y ojalá con buenas asistencias al Estadio en Chinquihue.
SOFANOR BARRIONUEVO T.