Tres campañas para solidarizar
Las campañas de Bomberos, Teletón y Cruz de Tenglo brindan la oportunidad de ser caritativos con objetivos humanitarios. "Los últimos meses del año siempre ofrecen la posibilidad de ayudar al prójimo y a causas nobles, que al final repercuten en el bien de todos, gracias a esa generosa actitud"
Mientras los horrores de irracional y criminal odio y violencia comienzan a esparcir temor y muertes en Europa, aquí en estos confines del globo, junto con implorar porque la paz y la buena voluntad acaben con esa pandemia, Puerto Montt y sus habitantes, y sureños en general, aprestan sus voluntades y corazones para hacer el bien, aportando generosamente a las campañas que buscan allegar recursos económicos para lograr objetivos admirablemente humanitarios.
Se trata de las cruzadas solidarias del Cuerpo de Bomberos, la Teletón y de la Cruz de Tengo. Tres preciadas oportunidades para poner en práctica la caridad y ese espíritu sensible que siempre se emociona ante el sufrimiento ajeno y anhela auxiliar.
Los bomberos necesitan fondos para ir renovando sus equipos e implementándose mejor, bajo una sola consigna: proteger -con la mayor eficacia posible- a la población de las calamidades de los incendios y otras tragedias. Su tradicional Rifa de fin de año, con grandes premios, -cuyos números son actualmente ofrecidos por los voluntarios-, brinda esa opción colaborativa.
Por su parte, la Teletón 2015, que el sábado reciente estuvo en esta capital regional con sus animadores y artistas, instó a los puertomontinos a cooperar, de acuerdo a sus posibilidades económicas, los días 27 y 28 de este mes, fechas de este encuentro de amor hacia los niños con deficiencias motrices. A los que -entre todos- se ansía ayudar a rehabilitarse, manteniendo en el tiempo esta extraordinaria obra, que en Puerto Montt nació en 1990 y que hoy atiende a más de 2 mil menores y sus familias de esta zona.
También, está vigente la gran tarea de reconstrucción de la Cruz de Tenglo y la restauración del recinto donde se encuentra. Frente al grave deterioro que amenazaba su integridad y que ya impedía su iluminación nocturna, -restándole jerarquía turística a la ciudad y afectando a las tradiciones de espiritualidad locales-, el Arzobispado de Puerto Montt, la Armada y algunos empresarios, lograron financiar la mitad de la obra, faltando hacerlo ahora con el 50% restante. Falta que el rubro del turismo se haga presente cooperando a la causa, junto a otras entidades, para hacer realidad esta aspiración puertomontina.