Tras participar recientemente en un taller para promover la amabilidad entre las personas y compartir con seis integrantes de un equipo muy diverso en edad, labor y personalidad, fue posible reafirmar la idea que emergió en la última jornada de capacitación docente de Emprendimiento, que cumplió el objetivo de ONG Canales de transformarse en un espacio de encuentro y creación de nuevos conocimientos. El ser amable se asocia a ser feliz con la familia, en el trabajo, con los amigos, en cada actividad que se desarrolla cotidianamente o viceversa, se es amable cuando se es feliz.
En ambos espacios surgió la misma problemática, la felicidad tiene que ver con cómo se enfrenta la vida. ¿Con optimismo, con tranquilidad, disfrutando de cada momento del día a día?. Hubo coincidencia en que, en la medida que se piensa y se vive en positivo, la mayoría de las cosas retornan de la misma forma.
Claro está que es parte de un trabajo personal que cada uno de nosotros tiene la libertad de realizar o no, y para este ejercicio es clave ser parte de ambientes donde nos sintamos valorados y que estamos siendo un aporte para que las cosas marchen mejor.
Al leerlo parece sencillo, y de hecho es parte del discurso de muchas instituciones donde se promueven practicas de este tipo.
El tema está en que a la hora de colocarlo en práctica cuesta equilibrar la balanza, dicho de otro modo, es fácil caer en la rutina de centrarnos solo en las tareas que hay que realizar, olvidándonos de las personas con las que interactuamos para que cada una de dichas tareas se desarrolle de manera exitosa. Es clave retornar a espacios de encuentro, donde lejos de las distracciones tecnológicas, nos escuchemos y entre todos conversemos y construyamos el espacio familiar, educativo, laboral, etc. en el que queremos vivir.
Esta es, probablemente, la puerta de ingreso para comenzar a crear una nueva forma de abordar los problemas, transformándonos en parte de él y dejando de verlos desde afuera, tal como promovemos con nuestros estudiantes en la sala de clases asumiendo que desde la crisis se crean oportunidades de mejora, en esta apuesta no cuentan la situación socioeconómica ni la carencia de políticas publicas, basta solo con un recurso que a pesar de ser escaso es gratuito: la voluntad, potente herramienta para generar esos cambios positivos que tanto necesita nuestra sociedad.
Coordinadora Emprendimiento ONG Canales.
Karen Oria,