Priscilla R. Witzke
¿Quién no ha tenido ganas más de una vez de dejarlo todo y viajar? Esto fue lo que hizo Christian, luego de estar un año trabajando en Canadá y ahorrando peso a peso para emprender su viaje de regreso.
"Trabajé en Vancouver y Churchill, un pequeño pueblo camino al polo norte. Pasé por varios empleos; comencé como obrero en una construcción, lavé platos por mucho tiempo en restoranes e incluso en un tren de lujo que recorría las Rocky Mountains y los Andes Canadienses, los paisajes más lindos de Canadá. Terminé como ayudante de chef en un restorán en el centro de Vancouver, a veces me dejaban solo a cargo de la cocina y eso que no estudié nada relacionado con la gastronomía, pero me gusta el ambiente. Soy ingeniero comercial. No pude optar por mejores trabajos por mi inglés muy básico y porque para que te reconozcan los estudios chilenos, hay que revalidarlos" comenta Schwerter.
Por estos días, este viajero aventurero lleva recorridos un total de más de 5 mil kms. de los aproximadamente 18 mil que piensa hacer y se encuentra en ciudad de México.
Su "equipaje" consta de unas pocas prendas de vestir (de invierno y verano), una carpa y algunos otros elementos imprescindibles para tan largo viaje. Lleva gastados cerca de mil dólares, que en su mayoría fueron invertidos en repuestos para la bicicleta, que requiere de mantención cada cierto tramo.
- ¿Cómo surgió esta idea de ir casi hasta el fin del mundo en bici?
- Desde chico siempre me ha gustado viajar y conocer y tenía en mente hace rato hacer un viaje grande. Cuando me fui a Canadá, compré solo pasaje de ida, la idea era obligarme a viajar de vuelta a Chile sea como sea. Luego me decidí por hacerlo en bici, pero aclaro que no soy deportista y nunca entrené.
- ¿Cómo solventas el viaje?
- De mi bolsillo solamente, con mis ahorros de Canadá; aunque con ellos no creo que llegue ni a Panamá, así es que tendré que ingeniármelas para conseguir algún generoso auspiciador.
De todas formas, la gente me ha ido ayudando, tanto con alojamiento, comida o incluso algunos me donan dinero a mi cuenta. Yo no gasto mucho, pero no genero ingreso, creo que tendré que parar a trabajar un poco y así seguir avanzando.
- ¿Qué te dice la gente en el camino cuando le cuentas de la travesía?
- No me creen al principio, pero después cuando ven la bici cargada y les cuento más, se sorprenden, te ayudan, te animan. En Estados Unidos es muy común ver este tipo de viajeros, me he cruzado con varios; pero una vez que cruzas la frontera, estas solo. Se acabaron los demás ciclistas y las facilidades del camino, como campings cada 50 kms., estaciones de servicio, etc. Ya desde México, hay que preocuparse más de la logística, si no juntas comida y agua suficiente; puedes pasar un mal rato en la ruta, las distancias son más grandes entre pueblo y pueblo.
- ¿Cuál es el mayor problema de viajar como lo haces?
- Hasta ahora, el mayor limitante es el dinero, porque tiempo y ganas tengo de sobra. Como comentaba antes, gasto poco. Aquí en México con 10 lucas vivo una semana mas o menos, pero el dinero se acaba y allí comienzan los problemas.
- ¿Qué es lo mejor del viaje?
- Los buenos ratos que he pasado con la gente que conozco por el camino. Siempre he dicho que no son los lugares los que te dejan los mejores recuerdos, si no; las personas. Si hubiera viajado en avión o en bus, nunca hubiera pasado tantas lindas experiencias y no hubiera conocido tanta gente maravillosa.
- ¿Qué te dice la gente cuando les dices que eres chileno?
- Las reacciones son variadas, desde ¿dónde queda Chile? Hasta me ¡me encanta Chile, quiero regresar! Pero en general, todos se alegran; yo les cuento cosas de nuestra cultura y me encargo de dejar bien parado el nombre de Chile, o al menos que sepan dónde queda.
- ¿Tienes fecha estimada del fin del viaje?
-La verdad es que no lo tengo definido, pero creo que estaré llegando antes de fin del año que viene. Y cuando por fin esté en Chile, pienso recorrer el país de punta a punta, con más tiempo del que recorrí Latinoamérica.
Tengo varias ideas en la cabeza, esto de viajar es como un virus; te entra el bichito y no puedes parar. Quiero fomentar este tipo de turismo en Chile, sobretodo en nuestra región que tiene las cualidades óptimas para el ciclo turismo y casi nadie se atreve a viajar. Tenemos rutas y paisajes hermosos, no tenemos nada que envidiarle a nadie.
- ¿Qué le dirías a alguien que aún no se atreve a viajar así?
- ¡Que lo haga ya! Cada minuto que pasas pensando si hacerlo o no, es un minuto que pierdes disfrutando. Yo lo recomiendo totalmente, no se necesita mucha planificación, más bien, se necesitan ganas y motivación. Todos podemos hacerlo, incluso sin entrenar, yo no entrené nada, y tampoco soy un tipo deportista, y ya estoy en México, y mis piernas aún pueden más. Mi consejo, es que se lo tomen con calma, que avancen poco al principio, para que el cuerpo se adapte al ritmo de la bici, no hay que exigirse tanto, si no lo van a lamentar, por querer hacer 10 o 20 km extras, te puedes lesionar, y pasar unos días en cama, y lo menos que quieres hacer cuando viajas solo, es pasártelo enfermo. Por eso lo mejor es viajar con tiempo de sobra, para disfrutarlo, sin sufrir.
-¿Por qué ciudades pasarás próximamente?
- Ahora estoy en el Distrito Federal, después me voy directo a la selva; pretendo parar un tiempo en San Cristóbal de las Casas en Chiapas, que queda en plena selva.
Si todo sale bien, desde Cancún me salto a Cuba y después a Belice, para parar a Guatemala, donde un amigo. De ahí a Costa Rica y después ya me paso a Sudamérica, y aún no tengo bien claro qué ruta tomar. Iré paso a paso, primero Centro América.
10 mil pesos semanales aproximadamente gasta a la semana este viajero puertovarino.