Este mediodía en las dependencias de la empresa de construcción naval "Maillen", en Chinquihue; se exhibirá la estructura ya terminada de la nueva Cruz de Tenglo. Sí, el símbolo que se ha transformado en un referente de la ciudad y que trasciende lo religioso, para acompañarnos desde lo más alto de la Isla Tenglo.

La obra, como ya lo ha detallado este Diario, es una iniciativa que surge de la necesidad de reparar su franco deterioro; y de la voluntad del Arzobispado de Puerto Montt, la Armada, y algunos empresarios que no han querido dejar morir este símbolo.

Como en muchas otras iniciativas de este tipo, los más entusiastas son unos pocos; la apatía parece haberse instalado en la sociedad como una suerte de costumbre de los nuevos tiempos, y cuesta encontrar más corazones solidarios dispuestos a aportar su granito de arena a esta gran causa, que no sólo debe ser vista como una iniciativa de privados o de la Iglesia Católica, sino que de todos.

Puerto Montt es de tradición cristiana; de hecho, y sin ir más lejos, los pescadores que día a día salen a la mar desde Angelmó o Anahuac, se encomiendan a su santo patrono (San Pedro); por lo que no es descabellado pensar que en una cruzada como la que describimos, nadie se pudiese restar; porque más allá de lo icónica que es, de la significación religiosa y de lo distintiva que ha sido y debe seguir siendo para el turismo, la Cruz de Tenglo es un patrimonio que debemos cuidar.

Por lo pronto, ya se dieron los primeros pasos al reconstruirla. Ahora hay que galvanizarla. Después, habrá que iluminarla; mantenerla, promocionarla. En fin, la Cruz de Tenglo debe ser un compromiso transversal, donde no debe importar quién tuvo la iniciativa ni quiénes dieron los primeros pasos; lo importante aquí es ver cómo contribuimos a su posterior instalación y vida futura.

En una ciudad carente de símbolos y atractivos turísticos "vendibles" al visitante, una obra como esta es prioritaria; entre otras cosas, por el enorme potencial para la industria del turismo.

Hace algunos días, todos los dirigentes gremiales agrícolas nos reunimos en Chillán en un cónclave inédito organizado por la SNA. El objetivo era claro. Analizar un proyecto de Reforma Laboral que se estaba intentando de imponer en vez de consensuar. Pero nuestro enfoque no fue negativo, sino todo lo contrario, intentó ser proactivo, proponiendo indicaciones que se ajusten a la realidad del mundo agrícola. Nuestras empresas tienen la particularidad de trabajar con seres vivos, ya sean animales o vegetales, y esta condición hace necesaria la preocupación y atención constante de ellos. Las consecuencias de no ordeñar nuestras vacas por dos o tres días por una huelga son la enfermedad y muerte de la mayoría de los animales del rebaño.

Ante esto nos preguntamos, ¿quién gana con esta situación? La respuesta es sencilla. Nadie.

¿Los señores legisladores que escribieron el proyecto de reforma laboral habrán en pensado en el sufrimiento de los animales? Si no alimento a los terneros oportunamente, estos morirán, si no atiendo a los rebaños de ganado, puedo provocar un daño sanitario y ambiental grave; si no riego las plantas, se mueren; si llueve y no fumigo, también se perjudica la plantación; si no cosecho a tiempo, se perderá el trabajo de todo un año. Cada tarea no realizada oportunamente, genera perjuicios que pueden impactar gravemente al sector, agricultores y sus trabajadores, lo cual sería un enorme desequilibrio, que atenta gravemente contra el espíritu del proyecto. Como agricultores nosotros amamos a nuestra tierra y a nuestros animales y tenemos el compromiso de cuidarlos y de asegurar su bienestar, y de esta manera poder producir los alimentos que les entregamos a nuestros compatriotas.

Se dijo que el objetivo de esta reforma era equilibrar la posición de ambas partes en una negociación, pero creemos que con este proyecto no se logrará eso. Solamente fortalecerá el poder de cúpulas sindicales que van a responder y a actuar acorde a sus ideologías en vez del beneficio real a los trabajadores. Las últimas indicaciones agregadas al proyecto y en espera de ser ratificadas recogen escasamente las particularidades de las micro y pequeñas empresas. Sin embargo, dejan absolutamente fuera a las medianas empresas, la mayoría familiares y que son una muy importante fuente de trabajo en el país. Como gremio seguiremos participando en todas las instancias necesarias para poder ser escuchados. Sin embargo, este esfuerzo será absolutamente en vano si es que los parlamentarios que nos representan no ponderan de manera adecuada todos los aspectos incluidos en el proyecto. Insistimos en la importancia de avanzar en el Estatuto del Trabajador Agrícola, en el marco de una mesa de trabajo donde esperamos que sí se recoja las particularidades del sector.

Rodrigo Lavín

Presidente de Agrollanquihue A.G.