Europa propone un fondo por 50.000 millones de euros al que Grecia transfiera sus activos privatizables y cuyos beneficios sirvan para reducir la deuda. Aunque el instrumento quedará en manos de Atenas, será supervisado por las instituciones europeas. La mitad iría a recapitalización bancaria. Otro 25% servirá para bajar la deuda y el 25% restante para proyectos de inversión en diversos ámbitos productivos.
Europa pidió que Grecia honre sus créditos con riesgo de impago, uno de los peores temores del Viejo Continente. El acuerdo alcanzado ayer fija en 7.000 millones de euros las necesidades más urgentes del país (al 20 de julio) y en 5.000 millones más para agosto. Las instituciones negociarán ahora con rapidez cómo establecer un financiamiento "puente" entre estas necesidades y el acuerdo para activar el tercer rescate.
Una de las principales peticiones de la UE fue una reforma "ambiciosa" del sistema de y "déficit cero" en las cuentas públicas. Atenas decidió aceptar recientemente de forma total la propuesta de la UE, que buscaba elevar la edad de jubilación a 67 años y congelar las pensiones hasta 2021. La reforma, además, debe ser presentada al Parlamento antes de mañana para que puedan dar comienzo a las negociaciones sobre el rescate.
El acuerdo cita una "grave preocupación" por la viabilidad de la deuda griega, por "el relajamiento de las políticas durante los últimos 12 meses, que ha causado el deterioro reciente de la situación macroeconómica y financiera nacional". El Eurogrupo podría considerar periodos más largos de gracia y amortización, pero sus miembros afirmaron que no pueden llevarse a cabo quitas (rebajas) de la deuda, salvo si el país deja la moneda.
La Zona Euro mandató una reforma del mercado en línea con asesoría de la OCDE, con desregulación de todas las profesiones y servicios, incluyendo farmacias, panaderías, productos lácteos, líneas de ferry, las rebajas y los horarios comerciales. También se espera una revisión de la negociación colectiva. La Comisión Europea asesorará a Atenas en un programa de modernización de la administración pública para reducir su costo.
El Gobierno de Grecia deberá admitir el regreso de las negociaciones con las instituciones denominadas "Troika" (CE, BCE y FMI) para mejorar la supervisión del cumplimiento de las medidas. El primer ministro Tsipras y el ex ministro de Finanzas, Yanis Varoufakis, se negaron hasta el final, ya que consideraban el trabajo del grupo como una "ocupación". Europa quiere que Atenas revierta todo lo que dictaminó sin estas entidades.