El grato recuerdo de los afortunados porteños que vieron el título en vivo
presentes. Un momento que quedará inmortalizado en sus vidas es el sentir de los hinchas que vibraron en el Nacional con la dramática victoria de Chile ante Argentina en los penales.
"Jugamos como nunca y perdimos como siempre", o el palo de Pinilla, serán recuerdos que por fin quedarán atrás, por el penal al estilo "Loco Abreu" de Alexis Sánchez, que permitió la primera estrella de Chile a nivel continental.
Una final contra Argentina que quedará en la memoria colectiva de todos los chilenos y, especialmente, en las más de 45 mil almas que llegaron al Nacional.
A diferencia de encuentros anteriores, las puertas del estadio se abrieron tres horas antes y no cuatro como en las etapas previas.
En las afueras, una guerra de cánticos entre aficionados locales y los hinchas albicelestes, que llegaron en una cifra similar a las 5 mil personas, distribuidos en distintos puntos del coloso de Ñuñoa.
Las banderas auspiciadas por Leonardo Farkas cumplieron su objetivo, dando una imagen que no se borrará de aquel 4 de julio y como primer síntoma de presión a las estrellas trasandinas, lideradas por Lionel Messi.
Gracias a la efectividad de Matías Fernández, Arturo Vidal, Charles Aránguiz y la actuación de Claudio Bravo, Alexis selló con broche de oro una contundente actuación de la "Roja" en el certamen para gritar campeón.
Después, algo para guardar aquella noche: los tickets, la bandera de Farkas, las "tarjetas verdes" que promueven el respeto del himno rival, los vasos conmemorativos y como hicieron varios, un trozo de las mallas del arco sur, donde "Chiquito" Romero no pudo contra la certeza de los 'guerreros' de Jorge Sampaoli.
PADRE E HIJO
Ricardo Robles y su hijo del mismo nombre se organizaron y esperaron pacientemente en la venta de abonos, para poder comprar el pack que traía consigo ver los partidos en el Nacional, instalados en Andes Sur.
"Fue un disfrute, en una tanda de penales estresante y bien sufrida, viendo después como los argentinos se iban cabizbajos. No hay cómo explicar el momento, además de estarlo viviendo con mi hijo", indicó Robles.
Cuando gran parte del domingo se concentró en recuperarse tras los festejos del título de Chile en la final de Copa América, el lunes fue la ocasión para que muchos hinchas paguen apuestas, cábalas o mandas.
Aprovechando el inicio de la semana laboral, desayunos, pagos, cortes de pelo, abundaron en la capital regional.
También, fue la oportunidad para que argentinos avecindados en la zona, deban conciliar con las "tallas" de los nacionales sobre la epopeya de la "Roja" en la tanda de los penales.
Así fue como el cónsul de Argentina en Puerto Montt, Miguel Ángel Unzueta, no dio pie atrás con la apuesta que selló con el gobernador provincial de Llanquihue, Juan Carlos Gallardo, pagando con un almuerzo en el Restaurante Cotelé del Balneario Pelluco.
Junto con ofrecer el entremés a la autoridad, el cónsul debió hacerlo con la camiseta de la selección nacional y pintado con el blanco, rojo y azul.
"Es una pena por el resultado y lamentablemente nos tocó perder, pero estimo mucho al gobernador (Juan Carlos Gallardo). Las promesas hay que cumplirlas y hoy (ayer), es un almuerzo de integración", expresó Miguel Unzueta. Desde el bando triunfador, Gallardo destacó el pago de la apuesta.
"Reconocemos la hidalguía y caballerosidad del cónsul (Miguel Unzueta) para festejar este épico momento", sostuvo. "El compromiso era pintarse y colocarse la camiseta de Chile", agregó.
Junto con disfrutar el almuerzo, ambos personeros comentaron el encuentro del sábado, viendo los puntos altos y bajos del partido, que concluyeron con el 4-1 a favor de la escuadra nacional en la definición a penales.