El colegio en el que los niños son dueños de su educación
educación
Agrupar a los niños en forma heterogénea y dejar que sean ellos mismos los dueños de su aprendizaje, dejando a los docentes como guías. Ese es arte del método Jenaplan, un sistema educativo que fue introducido hace dos años en la provincia por el Colegio Kopernikus.
Con 87 estudiantes y 18 profesores, el colegio se ha abierto un espacio importante en la zona bajo la dirección académica de Cecilia Soto.
Una de las razones que el establecimiento aplica una metodología que no agrupa etariamente a los niños, sino que tal como funciona la sociedad, con una diversidad de edades.
-Más que una metodología, nuestra pedagogía -basada en el modelo alemán Jenaplan- es una forma de comprender y educar desde la mirada de la sociedad y de los cambios que se van generando. Nuestra filosofía es formar alumnos que sean capaces de adaptarse a las necesidades. Buscamos favorecer el desarrollo integral, ofreciendo oportunidades para que puedan desplegar todas sus potencialidades, con un especial énfasis en la creatividad, los idiomas, la búsqueda de la conciencia crítica y el sentido social. Este método, centrado en la agrupación diversa y heterogénea en una misma sala de clases, el niño es el centro del quehacer educativo y nuestras educadoras estimulan y facilitan este proceso, vinculado a la música, el arte, los desafíos deportivos y nuestro entorno. Asimismo, queremos que nuestros alumnos se relacionen y vivan de manera directa con su entorno.
-Siempre se pensó en enseñar con una visión de futuro, pero con un gran sustento teórico y filosófico. Se visitaron muchos colegios en Europa, especialmente en Alemania, además de estudiar diversos proyectos educativos. Luego de una visita a la escuela Rosenmaarschule en Colonia, nos dimos cuenta que tenía mucho sentido el método Jenaplan, ya que los niños aprendían felices, de una manera no tradicional pero sí muy seria. Estamos sumamente contentos por el especial interés que ha despertado este proyecto. En estos momentos estamos en pleno proceso de admisión para 2016 y nos ha ido excelente con las inscripciones.
-Gracias a Jenaplan, además de aprender los programas de estudios exigidos por el Ministerio de Educación, los niños desarrollan habilidades como la autonomía, la autodisciplina, el trabajo en equipo, la reflexión, el respeto, la empatía y el cuidado del entorno, dentro de muchas cosas más. Ellos son los dueños de su propio aprendizaje y nosotros como profesores sólo guiamos ese proceso.
-Los niños aprenden del resto de sus compañeros. En la práctica las sociedades no funcionan por grupos etarios parejos y, por lo tanto, tenemos que aprender a desarrollarnos y convivir con equipos de personas muy diversos. Está comprobado que el aprendizaje real se produce cuando somos capaces de explicar a otros lo que nos enseñaron. Lo anterior, lo evidenciamos diariamente en el Colegio Kopernikus, al tener estas dinámicas.
-Para el colegio es fundamental evaluar constantemente a los alumnos. El año pasado aplicamos una medición externa y estandarizada de la Pontificia Universidad Católica de Chile. Este sistema además de arrojar resultados, permite medir procesos de aprendizaje y, a partir del segundo año de aplicación, evalúa el valor agregado que entregamos a cada uno de los alumnos como colegio. Con estos resultados podemos detectar las áreas menos desarrolladas de cada alumno y realizar un trabajo pedagógico e individualizado con ellos.
-Los resultados que obtuvimos con esta medición están dentro del promedio de colegios tradicionales con características similares (mismo nivel socioeconómico y particulares pagados). Sin embargo, hay que considerar que 2014 fue nuestro primer año como establecimiento, por lo tanto, aún no se pueden sacar conclusiones muy amplias.
El método Jenaplan fue creado en 1925 por Peter Petersen, profesor de la Universidad Friedrich-Schiller Jena, en Turingia, Alemania. Actualmente se aplica en 300 colegios en Holanda y 150 en Alemania, y alrededor de 77 generaciones han egresado. Según explica Cecilia Soto, se diferencia del actual sistema tradicional en que "nos concentramos en las competencias que puedan demostrar los niños en cada uno de los contenidos que aprenden y fomentamos el trabajo en equipo. Lo anterior, lo desarrollamos fundamentalmente a través de la metodología de proyectos que realizamos en las asignaturas de ciencias. Por otra parte, la autonomía, autodisciplina y el autocontrol está fuertemente desarrollado gracias a nuestro sistema de trabajo de plan semanal, en donde se les presenta a los niños una variada gama de actividades y materiales traídos desde Alemania, que le permiten desarrollar habilidades en lenguaje y matemática".
87
estudiantes tiene actualmente el establecimiento, que está en pleno proceso de admisión.
18
profesores componen la planta docente del Colegio Kopernikus.