Ayer celebramos el día del Patrimonio. En el Gobierno Regional estamos convencidos de la importancia de invertir en el rescate, puesta en valor y conservación de nuestro Patrimonio en sus distintas formas. El Patrimonio nos permite aprender del pasado y de nosotros mismos, y nos proporciona un marco de identidad común que da pie a esfuerzos colaborativos de desarrollo, y que nos ayuda a vernos, unos a otros, como integrantes de una misma comunidad.
Nuestros esfuerzos de restauración de las iglesias chilotas nos permite disfrutar del valor arquitectónico o paisajístico de las mismas, y a la vez nos ayuda a valorar la historia y la espiritualidad de la gente de las islas. La recuperación del Molino Machmar en Puerto Varas nos ayuda a mantener vivo el trabajo de colonos y chilenos por el desarrollo de la agricultura en la Región.
El Patrimonio, desde luego, no se limita a construcciones. Gran parte de nuestra riqueza histórica se preserva y transmite a través de tradiciones, las que son cuidadas fielmente por las comunidades, y que desde el Gobierno Regional a menudo apoyamos. A través del apoyo a actividades costumbristas ayudamos a mantener vivas celebraciones como el Wetripantu, así como música, bailes, gastronomía, etc.
Como Región estamos valorizando cada vez más nuestro patrimonio arqueológico: asentamientos humanos como Monteverde, vestigios paleontológicos como Pilauco y conchales presentes en nuestro borde costero e islas. El establecimiento de alianzas entre el turismo y el patrimonio arqueológico nos ayuda a mantener un cuidado sobre estos sitios.
El Patrimonio no es una colección inamovible de objetos. Va incrementándose a lo largo de nuestra historia. Hechos traumáticos como la Dictadura vivida hace algunas décadas nos han enseñado a valorar el respeto a los derechos humanos, y a incorporar a nuestro Patrimonio las muestras más dolorosas de su violación. Así, estamos trabajando para recuperar el antiguo edificio de Investigaciones, en el centro de Puerto Montt, para convertirlo en un faro del respeto y la convivencia.
Invitamos a todos a valorar, cuidar y conservar proactivamente nuestro patrimonio, tanto material como inmaterial. En ese Patrimonio podemos reconocernos, valorarnos y crecer en comunidad.
Nofal Abud Maeztu