Crisis de liderazgo y de asesores
Decir que la actividad política está en crisis, parece una obviedad a estas alturas. Pero junto con ello, se advierte también, una severa crisis de liderazgo y de asesoramiento hacia quienes hoy guían los destinos del país, en las más diversas instancias, tanto nacionales como locales.
Aquello ha quedado de manifiesto una y otra vez en los últimos meses, en cada una de las oportunidades donde nuestros líderes han debido aparecer. Y lo que es peor aún, cuando han aparecido, han equivocado el camino.
El hito mediático más llamativo de la semana que pasó, sin duda, estuvo dado por la entrevista y el anuncio de la Presidenta Bachelet; quien escogió un escenario bien particular para referirse a un tema que requería de la mayor formalidad -dadas las circunstancias además-, como el anuncio de un cambio de gabinete. Pero más allá de todas las consideraciones en las que se puede ahondar respecto de dicho aspecto, lo más llamativo es que la propia Mandataria se autoimpuso un plazo que al final tampoco cumplió; lo que la dejó en una aún más incofortable posición respecto de su credibilidad. Entonces, cuesta creer que nuestros líderes tropiecen tan seguido en su actuar. Porque ella misma reconoció en la citada entrevista que debió haber actuado de manera distinta en el caso que afectaba a su hijo, proceder sobre el cual culpó a sus asesores. En consecuencia, cabe preguntarse si ahora fueron sus asesores los que la aconsejaron de este modo para enfrentar el cambio de gabinete o actuó por convicción propia; porque tantos tropiezos seguidos no resultan comprensibles.
Y lo mismo ocurre a nivel local, cuando nuestros representantes no miden las consecuencias de sus actos, y lejos de asumir alguna responsabilidad, culpan a sus asesores comunicacionales de sus desdichas o simplemente a la prensa, lo que es una práctica habitual y claramente poco rentable para sus aspiraciones.
En consecuencia, es tiempo ya que todos nuestros líderes se asesoren mejor, y escuchen los consejos de los especialistas.