Astillas y desarrollo del puerto local
La realidad en torno al puerto de Empormontt (o de Angelmó como se le llamaba originalmente) es que requiere imperiosamente reactivarse, sobre todo porque después de los tres meses del servicio que presta a los grandes cruceros internacionales, viene una prolongada etapa anual en la que imperiosamente necesita mantenerse en actividad, siendo una de ellas la atención a las exportaciones regionales de astillas al Japón.
No obstante, como se ha podido constatar, el acopio de ese chip en el interior del recinto portuario provoca el rechazo público y de las autoridades mismas. Aducen efectos de contaminación ambiental en el sector y una imagen incompatible con el sello turístico que amerita Puerto Montt, particularmente en la recepción de los viajeros que arriban en los mega trasatlánticos. Argumentos que, sin embargo, ahora no consideran la irracional explotación del bosque nativo, por cuanto esta vez las astillas provienen de la especie eucaliptus.
¿Será posible habilitar instalaciones cerradas y convenientemente equipadas para almacenar volúmenes de astillas en el puerto y así evitar el rechazo que incita sin esa protección?
Una vez más, por tanto, aflora el dilema que hoy enfrenta nuestro terminal marítimo: transformarse en un puerto exclusivo para la industria del turismo o bien al servicio de la transferencia de carga hacia otros destinos nacionales o globales. O ambas funciones.
Sin embargo, inveteradas limitaciones estructurales y de equipamiento, que le restan potencial y capacidad -como el sitio 1 que nunca se construyó, más la urgencia de un drenaje a fondo del canalizo-, influyen en el complicado momento que afronta el puerto local, lo que sólo es superable a través de una fuerte inversión privada o pública. Algo que no se ha podido cristalizar hasta ahora y que es fundamental continuar insistiendo en obtener.
Estratégica ubicación, resguardo natural, entre otros atributos, siguen siendo las virtudes del principal puerto de acceso a la zona sur austral, que hoy más que nunca precisa desarrollar en plenitud ese potencial que se mantiene oculto por falta de una inversión a la altura de su importancia en el futuro marítimo de Puerto Montt y la Patagonia.