Fundados en 1853, la ciudad, y en 1885, este matutino, la divina providencia, la historia y el destino quisieron que Puerto Montt y el Diario El Llanquihue -fraternos y leales compañeros por más de un siglo- coincidieran felizmente en un 12 de febrero como la fecha de nacimiento de ambos; tan sólo separados por treinta y dos años.
Toda una vida, en la que el histórico Melipulli de las cuatro colinas ha tenido en este longevo, pujante y emprendedor matutino, la más vigorosa e incansable palanca impulsora hacia el progreso y protector escudo frente a los embates de la adversidad. Lo que este Diario, orgulloso, ha esgrimido siempre como su razón de existencia -además de su apego irrenunciable a la verdad y a los valores morales en su delicada misión comunicacional- y precisamente a través del más decidido servicio a la ciudad y su gente.
Puerto Montt y El Llanquihue han mantenido esta indisoluble amistad no sólo en la prosperidad. También, y sobre todo, en la gran batalla contra el infortunio, como aquella devastadora tragedia telúrica de 1960; al igual que en históricos episodios como aquel de la obtención del rango de la capital regional en 1974. Entre otros hitos camino a la modernización de la ciudad, como la reconstrucción urbana tras el terremoto, donde fueron indispensables tenaces campañas periodísticas de apoyo al rescate del puerto, ampliación costanera con un tablestacado, puesta en marcha del servicio ferroviario, llegada de la educación universitaria, apertura de nuevas calles y creación de poblaciones, habilitación del eje vial Petorca, la concreción del gran sueño del Estadio, la edificación del gimnasio municipal, entre otras obras importantes como la ruta a Pargua y el futuro puente a Chiloé, además de su constante respaldo comunicacional a las comunas de esta provincia y también a Chiloé insular y continental. Sin olvidar actuales cruzadas como la del tren o las referidas a Monte Verde y otras.
El Llanquihue cumple, así, sus 130 años con la satisfacción del deber cumplido, y optimizando sus recursos técnicos y humanos, para responder en los años que vienen con una mejor comunicación a los requerimientos progresistas de Puerto Montt y a las esperanzas de una vida más feliz para sus habitantes.