La española Laia Costa busca el Oso de Plata con "Victoria"
Cine. La actriz de "Pulseras rojas" participa en el Festival de Berlín, donde ayer se estrenó su proyecto más reciente.
Dice Laia Costa que se lo toma todo de manera "muy relajada", pero lo cierto es que la carrera de esta joven actriz española ha sido meteórica: "Victoria" es su primer rol como protagonista y ya compite por el Oso de Plata con Natalie Portman y Nicole Kidman.
Doctora en Política y Medios de Comunicación, Costa (Barcelona, 1985) debutó ante las cámaras hace apenas cuatro años en la serie de televisión "Bandolera". El éxito le llegó poco después gracias a "Pulseras rojas", en la que interpretaba a la carismática Rym, una adolescente que sufre cáncer de mama.
"Ha sido todo muy rápido, igual que esta película", contó a DPA con motivo del estreno de "Victoria", del alemán Sebastian Schipper. "Es el primer 'largo' y el primer (papel) 'prota', y hoy hace justo un año que estaba haciendo el casting en Barcelona".
El director de "Absolute Giganten" tuvo claro desde el minuto uno que Laia Costa era "Victoria". Y le propuso un auténtico reto interpretativo: rodar la película en una sola toma, un maratón de dos horas y 20 minutos en una noche en la que sucede de todo, pero nada ocurre como estaba previsto.
"Fue un rodaje muy 'punky'", recuerda la actriz. "Pero el director estaba tan convencido de que saldría bien, que te transmitía mucha calma (...) Era como cuando algo peligroso te asusta pero a la vez te excita. Creo que todos estábamos así, y eso lo que hace es que el motor de dentro se dispare".
Costa cuenta con el mismo entusiasmo que desprende en la gran pantalla cómo fue construyendo a Victoria con total libertad, pues no había guión como tal. "En los ensayos (Schipper) nos exigía que aunque fuera todo muy bueno no fijáramos nada, que todo fuera aquí y ahora". Y esa espontaneidad que derrocha el filme es uno de sus grandes atractivos.
"Victoria", que ayer se exhibió en la competición, arranca exprimiendo la noche berlinesa en uno de los muchos clubes tecno de la ciudad. Está sola, no habla alemán y al día siguiente tiene que madrugar, porque como muchos emigrantes españoles, trabaja de camarera en una cafetería en la que le pagan cuatro euros la hora. Debería irse a dormir, y sin embargo, "se da cuenta de que su vida era una mierda, de que no es feliz, y viene a vivir la vida, a tomar sus propias decisiones.", explica la actriz.
La gran presencia de Latinoamérica en el Festival de Berlín se dejó notar este fin de semana en la sección centrada en el cine experimental, Forum, donde se presentará un amplio abanico de películas latinas, como la chileno-argentina "Mujer de barro", del chileno Sergio Castro.