El resucitado antiguo órgano, la patrimonial iglesia jesuita y el inspirado talento de los músicos, -en una suerte de excepcional y admirable trilogía-, estarán presentes de nuevo mañana lunes 22, a las 20 horas, en el templo de calle Guillermo Gallardo 269, para ofrecer su "Concierto y Meditaciones de Navidad", -en homenaje a la conmemoración del nacimiento de Niño Dios-, con las actuaciones de Jaime Teuquil, en órgano, y de Agustín Guiñez, en flauta traversa, junto al recital de textos del sacerdote Eduardo Ponce.
Aún resuenan en el alma las melodías del añoso órgano músical, que acompañó recién en el mismo escenario a la notable Orquesta de Cámara Juvenil de Puerto Montt, dirigida con maestría por el jovencito recién egresado de 4° Medio, Iván Alvarado. Un conjunto integrado por músicos de 11 a 21 años, cuyo evidente talento y armonioso desenvolvimiento cautivó a la concurrencia, que no cesó de aplaudirlos y de pedir repetición. En esa oportunidad, aparte de la celebrada presentación de la juvenil orquesta y del organista Jaime Teuquil Vivanco, llamó la atención la presencia en el público de jóvenes de otros tiempos y que ya peinan canas, disfrutando de esa velada de ensueño.
Sobre esa imponente reliquia que data de 1909, -el órgano jesuita-, es oportuno recordar que estuvo silenciado varios lustros debido a desperfectos y desgaste. Frente a lo cual, se emprendió una campaña para restaurarlo, en la que también participó El Llanquihue, dando a conocer el tema y solicitando la cooperación local. Hasta que llegó la anhelada reparación del instrumento, gracias al ex estudiante sanjavierino Iván Brauning Salazar, apoyado por el organista Jaime Teuquil Vivanco y el especialista en flauta traversa Agustín Guiñez, quienes lo hicieron renacer. Así, los puertomontinos volvieron a escuchar sus sones en 2014 en conciertos del 18 de febrero, 31 de julio y el 13 de diciembre reciente, siendo el de mañana el cuarto en su género.
Esa es la forma de respetar el pasado, -la historia de Puerto Montt-, cuidando con unción y esmero sus sagrados testimonios y tradiciones, para que ese ejemplo inste a la superación y desarrollo, pero con una mirada espiritual y de gratitud a los antepasados.