Disconformidad ciudadana lógica
Naturalmente que percibir y comprobar que la gran mayoría de los ciudadanos de esta zona y el país, manifiesta disconformidad, insatisfacción y hasta decepción por la forma como sus autoridades (probablemente muchos de ellos votaron por esas autoridades), conducen el país y realizan su trabajo, representa una mala señal y preocupación natural.
Las últimas encuestas nos señalan claramente como la aprobación a la gestión del actual Gobierno, decae y cae como un espiral, pues los últimos sondeos de opinión de prestigiosas y confiables consultoras, entregan una aprobación incluso por debajo del 40 por ciento a la gestión que solo en 8 meses realiza la Nueva Mayoría, que por estos días ya debería denominarse como la "Nueva Minoría".
Producto de las mal implementadas y anunciadas reformas tributaria y educacional, que no son aceptadas por la gente del país, es que existe este descontento social. En definitiva, las reformas no es que no hayan sido entendidas, al contrario, la gente al darse cuenta de que van en contra de la urgencia social, y sólo apuntan a consignas ideológicas, es que las rechaza absolutamente.
Creo que no es lo que los ciudadanos requieren y necesitan para un mejor desarrollo. Ejemplo claro es la reforma educacional, donde la calidad apenas ha sido mencionada,tampoco incluye de manera principal a los profesores, que son pilares fundamentalmente para mejorar la educación.
Sumado esto a una reforma tributaria, que le mete la mano al bolsillo a ricos, pero a pobres también, aprobada a la rápida sin una discusión profunda en la Cámara de Diputados (fuimos avasallados por la retroexcavadora). Además de una mala conducción en seguridad ciudadana, configuran esta baja ostensible y descontento social. La peor "campaña del terror", se la ha hecho el propio Gobierno.
Del mismo modo hay que decir que nosotros como oposición debemos salir al paso de esta situación, pero no solo advirtiendo de la mala gestión y malos proyectos, sino que proponer y observar indicaciones, aunque poco hemos sido escuchados por el ejecutivo y sus parlamentarios oficialistas.
El llamado es a escuchar a la ciudadanía, corregir y observar mejor las cosas que están haciendo y dejar la soberbia de las famosas "mayorías", que nunca son absolutas y no significan un capital político eterno.
Felipe de Mussy Hiriart.
Diputado de la República. Distrito 56.