Desarrollo, innovación y educación
Las economías exitosas son capaces de desarrollar productos y servicios de alto valor agregado y sofisticación. Ellas trascienden la simple producción de bienes que descansan en la explotación de recursos naturales, sino que a partir de éstos, crean nuevos productos y servicios, que traen aparejados encadenamientos productivos que amplían la potencialidad de innovar en ese cluster. Los sistemas diversos tienen más y mejores posibilidades de enfrentar los desafíos del futuro. Aquellos que ponen todos los huevos en la misma canasta o pocas canastas, tienen menos capacidad para enfrentar cambios que escapen a sus estrechos dominios de especialidad.
Chile enfrenta el desafío de sofisticar y diversificar su economía para dar el salto indispensable al desarrollo, en el marco de un entorno mundial - donde dirige sus exportaciones - que es desafiante y dinámico. La agregación de valor, demanda capacidad de innovar y para ello es indispensable desarrollar plataformas para quienes están en condiciones de hacerlo, como lo hace CORFO y otros organismos, a través de diversos instrumentos y concursos. Al mismo tiempo, hay que habilitar capacidades para innovar, desarrollando centros o consorcios tecnológicos en industrias o sectores estratégicos, con efecto en corto y mediano plazo, y por cierto, introduciendo en el sistema educacional elementos orientados a generar a capacidad de innovar en nuestros estudiantes en una perspectiva de más largo plazo, pero que resulta indispensable.
Nuestras metodologías de enseñanza deben ser capaces de generar estímulos y ambientes propicios para la innovación en los jóvenes. No se debe castigar o inhibir el atrevimiento y la creatividad, sino estimularlos. Hay que generar espacios de confianza, donde nuestros estudiantes no teman al ridículo ni a la censura de sus profesores o pares por sus propuestas diferentes.
Todos nos expresamos más ampliamente y mejor, cuando nos sentimos en confianza y disfrutamos el ser aporte para solucionar problemas o aprovechar oportunidades que le interesan a nuestro círculo. Confianza y diversidad en nuestro grupo enriquece nuestra capacidad de innovar y por consecuencia, de ampliar las posibilidades de nuestra economía en el marco de un mundo tremendamente dinámico y que exige permanentemente nuevas y mejores soluciones para sus necesidades y aspiraciones.
Adolfo Alvial Muñoz.