Delitos sexuales contra niños
Para cualquier persona un delito en que es víctima un niño o una niña resulta deleznable y reprochable, sentimiento que se hace aún más fuerte en el caso de delitos sexuales y, más aún, tratándose de menores en situación de vulnerabilidad. En estos casos, la primera tarea y la más importante es, sin lugar a dudas, evitar que se cometan estos delitos y por ende evitar la vulneración de los derechos de los niños, misión que recae en aquellos organismos públicos relacionados con la protección de la infancia y la custodia de menores de edad en riesgo social. La tarea de la Fiscalía, por otra parte, comienza después que se ha producido un hecho concreto que pudiera ser constitutivo de delito, con el objeto de comprobar o descartar si el hecho existió, si es realmente un delito y determinar quienes son los responsables. No es función del proceso penal dar respuesta a las necesidades del sistema de protección de la infancia en su conjunto, sin perjuicio que siempre como Fiscalía estamos disponibles para colaborar y fortalecer la coordinación. En nuestra misión, y especialmente tratándose de niños o niñas víctimas de delitos sexuales, la Fiscalía ha actuado y seguirá actuando siempre con decisión, ejerciendo una persecución penal que busque el máximo rigor de la ley penal, pero que al mismo tiempo sea objetiva, allegando a la investigación medios probatorios que contribuyan a dichos fines, teniendo presente las exigencias que impone un posterior juicio oral y el respeto de los principios y normas que conforman el Estado de Derecho. Para alcanzar resultados en investigaciones penales, especialmente en aquellas que son más complejas, se requiere la colaboración de todos los actores que buscamos responder al delito cuando se ha afectado a un niño o niña, evitando al máximo su exposición y re-victimización. Estas últimas, no hacen más que alejar a las víctimas y sus familiares del sistema penal. Lo que necesitamos es cobijarlas, ampararlas y protegerlas. Al mismo tiempo, es necesario dejar en claro que el camino de lo penal no es fácil. Se trata de un asunto serio. Es por ello que en casos más complejos se trata siempre de investigaciones que exigen suma prudencia en el actuar de todos los organismos que deben intervenir y, por otro lado, que se respeten sus tiempos de desarrollo. A la sociedad lo que le interesa es el esclarecimiento de los hechos y lograr el castigo de los responsables, sean quienes sean. Este mismo sentimiento es el que anima a la Fiscalía y, de hecho, forma parte de su esencia institucional.
Fiscal Regional de Los Lagos.