Qué Angelmó es el símbolo de Puerto Montt, sobre todo en materia turística, y uno de sus sellos por el cual se identifica y se ha reconocido desde siempre a la capital de la Región de Los Lagos, eso nadie lo pone en duda. Y desde ese prisma y conciencia, legos y expertos -la comunidad porteña toda- no dejan, periódicamente, de proponer que se optimice y amplíe la tradicional caleta, y ojalá recuperando sus típicas características que hace décadas la hicieran -internacionalmente- tan conocida y admirada. Incluso, en el sector ribereño adjunto al mercado, lado sur, sugieren reproducir -en pequeña escala- la antigua atracción con un par de lanchas chilotas fondeadas, espacios para la gente comerciante de las islas y para los artistas pintores que gustan dibujar en terreno, entre otros distintivos costumbristas que merecen revivir.
Se acaba de anunciar un interesantísimo proyecto, enmarcado en el nuevo Plan Regulador Comunal, destinado a potenciar Angelmó para situarlo a la altura de su rango de Zona de Interés Turístico Nacional. Lo que significa descongestionar al lugar del actual intenso tráfico vehicular, que tiene colapsados a la caleta y a sus visitantes, proponiéndose una ruta de desahogo (baipás) que conecte la Avenida Diego Portales -directamente- con la Población Orellana, sin pasar, como ahora, por la caleta. A la cual -según los nuevos planes de Secplac- se le proyecta una mayor extensión, de uso peatonal, donde, al mismo tiempo, tengan cupo en el recorrido de los turistas los puestos artesanales desde la capitanía de puerto misma.
Este avance, junto con aportar al desarrollo que amerita el borde costero de Puerto Montt -siempre anunciado, pero nunca concretado-, implicaría un gran aporte al reforzamiento de la atención y servicios a los visitantes extranjeros, que llegan en la temporada de los mega cruceros que recalan en nuestra bahía (los que hasta hoy no pasan por Angelmó).
Ya es tiempo que Puerto Montt haga valer sus excepcionales atributos marítimos, comenzando por Angelmó, continuando con su bordemar y teniendo siempre en la mira la integración plena de la Isla Teglo a la industria turística. Por algo, su mayor fuente de progreso presente y futuro.