Balance de la vivienda
Como parte del trabajo que desarrolla permanentemente la Cámara Chilena de la Construcción, para contribuir al perfeccionamiento de las políticas públicas que se implementan en nuestro país, acabamos de publicar la cuarta versión del 'Balance de la Vivienda en Chile'. El informe elaborado por la Gerencia de Estudios del gremio, basado en los datos de la última Encuesta Casen 2011, estima que el déficit habitacional del país asciende a 942.400 viviendas, de las cuales 453.141 corresponden al déficit de interés social, es decir, a hogares con ingresos mensuales inferiores a 22,1 UF.
En el caso de la Región de Los Lagos, el déficit habitacional de interés social se estima en 18.015 viviendas. De ese total, el 80% de los requerimientos tiene relación con que la vivienda no ofrece las condiciones mínimas para su habitabilidad, en términos de materialidad, estado de conservación o tipo de vivienda, principalmente en zonas urbanas. No obstante, si comparamos esta estimación con el 'Balance de la Vivienda' del año 2011 -basado en la Encuesta Casen 2009-, observamos una disminución de un 38% del déficit habitacional de interés social, que en esa oportunidad arrojó la necesidad de 29.035 viviendas en la Región. Si bien, cabe destacar el esfuerzo realizado por el Ministerio de Vivienda y Urbanismo para reducir el déficit habitacional del país, especialmente en los segmentos de menores ingresos, como CChC creemos fundamental que para terminar con el déficit de interés social, la política habitacional debería contemplar la construcción de 35.000 nuevas viviendas anuales durante los próximos 5 años, con énfasis en la erradicación de campamentos y el reemplazo de viviendas irrecuperables. De igual manera, es necesario revertir la segregación urbana y revitalizar las viviendas reparables, por medio de inversión en infraestructura y áreas verdes; generar estándares urbanos mínimos y mejorar la calidad de la vivienda.
Con estas y otras propuestas, seguiremos contribuyendo activamente -como lo hemos hecho hasta ahora- al perfeccionamiento de las políticas públicas en materia de vivienda, siempre en un marco de colaboración público-privada, donde la ciudadanía también está llamada a ser parte de la búsqueda de soluciones consensuadas, de manera de poner término a las carencias habitacionales que aún existen en nuestra Región y así contribuir entre todos a la generación de viviendas de calidad, en entornos urbanos bien equipados y acordes a las necesidades actuales de la población.