D e vuelta a la rutinaria normalidad, tras la emotiva y vibrante Copa Mundial Fifa 2014 en Brasil, -cuyo inobjetable campeón fue Alemania-, acá en el sur profundo retomamos nuestro incesante batallar desarrollista y dispuestos a conquistar todos los desafíos que surjan en este esforzado y perseverante caminar. Marco en el cual, la lección asimilada de esa magna contienda deportiva se refiere a que los grandes proyectos -enfocados con pasión, entrega y perseverancia- siempre acaban rindiendo frutos, como aconteció con el balompié germano y su magnífico logro de connotación global, tras largos años de preparación y de dedicación a la cantera de la nueva generación de jugadores.
De manera que, aplicando esa experiencia de trabajo futbolístico integral acá en nuestro medio, en el caso de Deportes Puerto Montt en especial, bien podría ser la fórmula que es imperioso potenciar para que la capital regional llegue a ocupar un digno sitial en el la división de honor del fútbol profesional chileno, comenzando por campeonar este año para ingresar a la Primera B y a continuación dar el gran salto a la serie de los grandes.
El oficio ganado en los últimos años, con rendimientos que han rondado por los primeros lugares, es una base recomendable para que Puertogol emprenda con posibilidades de éxito el reto de esta nueva temporada. Más aún si se cuenta con una base de apoyo económico importante de parte de la Municipalidad, aunque sigue siendo indispensable obtener también el respaldo de la empresa privada, el que hasta ahora sido muy frágil. Todas colaboraciones que son determinantes, especialmente, cuando se tienen planes y objetivo concretos como el de subir de categoría en el balompié rentado chileno, instalando el nombre de Puerto Montt en instancias superiores en el marco del deporte nacional y, de paso, hacer también un aporte a las proyecciones turísticas locales con un Estadio como el de Chinquihue considerado entre los más bellos del mundo.
El Mundial de fútbol en Brasil, junto con haber sido una feliz oportunidad para unirse -alegre y apasionadamente- en torno al más popular de los deportes, fue también una lección de planificación, trabajo, entrega y fe en la lucha por grandes objetivos. Algo muy digno de replicarse entre nosotros.