Esos verdaderos ángeles auxiliadores, que son los valerosos voluntarios -hombres y mujeres- del Cuerpo de Bomberos de Puerto Montt, acaban de poner en marcha una nueva campaña del sobre con la finalidad de recaudar dineros que les permitan financiar, durante el año, parte de los gastos que demandan sus actividades de socorro y ayuda a la comunidad afectada por incendios y otras tragedias.

Es, por cierto, este el período en que se presenta la inapreciable oportunidad de ser generosos también con quienes tanto se sacrifican y arriesgan por la integridad de las vidas y bienes de la población, frente a la amenaza del fuego y otras desgracias. Y si en algún momento invade el alma el sentimiento de gratitud y admiración hacia tan noble y abnegada misión, esta es la mejor ocasión para hacerles ver a estos humanitarios servidores y protectores cuánto les agradecemos y lo mucho que deseamos ayudarles. Lo que, por lo demás, es 'ayudarse a sí mismos', pues todas estas colaboraciones ciudadanas posibilitan que la labor de Bomberos sea cada vez más eficiente, a través de la renovación de equipamientos, mantenimiento de implementos, suministro de combustible para movilización de carros, entre otras exigencias como capacitación, además del impulso a importantes proyectos como el de Escuela y Centro de Formación Bomberil, que ha comenzado a habilitarse en el sector de La Vara pensándose en la nuevas generaciones de bomberos.

No cabe duda, que el apoyo puertomontino a sus caballeros del fuego es indispensable y fundamental, para su permanencia en el tiempo y la eficiencia de sus voluntarias responsabilidades de resguardo social frente a imprevistos siniestros.

Cabe destacar que la institución puertomontina procura llevar adelante la instalación de un complejo de capacitación bomberil en Puerto Montt, que aporte los mejores servicios posibles en la formación de las nuevas legiones de combatientes del fuego de la zona sur austral. Una obra -incomprensiones y acaso zancadillas de por medio- que nuestro Cuerpo de Bomberos ha resuelto concretar con el respaldo de quienes confían que esa es la mejor inversión en autoprotección presente y futura.

Cuántas veces nos hemos hecho la pregunta, del porqué de la grandeza y tranquilidad de nuestro mar, por cuanto queda la impresión como que fuese infinito al mirarlo a la distancia.

Veamos por qué el mar es tan grande. ¿Tan inmenso? ¿Tan poderoso? ¿ Y por qué tiene la humildad de colocarse algunos centímetros debajo de todos los ríos?

Qué diferencia con nosotros los seres humanos, que somos agrandados, poderosos y cuanto hay... que hasta nos empujamos para estar arriba o delante de….

La grandeza y humildad del mar es que sabiendo recibir se volvió grande. Y si estuviera unos centímetros encima de todos los ríos, no sería mar, sino una simple isla.

¿Cuántos de nosotros, por no saber vivir bien la vida…, quedamos aislados o nos aíslan lentamente?

Por eso es que debemos tener muy claro que una pérdida sensible es parte de la vida. Una derrota también es parte de la vida. Y hasta la propia muerte es un proceso de la vida. Entonces, qué gran importancia tiene el que precisemos aprender a perder, también a caer, a errar y a prepararnos siempre para un día morir.

No hay vencedores, sin saber lo que es una derrota.

Más complejo es vivir, sin saber vivir, sin saber experimentar lo bueno que debemos ser. De compartir y convivir con el sentido común.

Hoy, precisamente, estamos en una gran disyuntiva como sociedad chilena, de vivir divididos, porque nos ha costado, cuesta y costará cada día más, llegar a acuerdos, por cuanto cada uno quiere dibujar una sociedad a su manera, sin pensar o anteponer que todos tenemos un eje llamado 'sentido común'.

Admiremos el mar , y que sean bienaventurados aquellos que consiguieron recibir con la misma naturalidad el ganar y el perder, el acierto y el error, el triunfo y la derrota, la vida y la muerte.

No descuidemos nunca ese deseo de hacer las cosas bien, para vivir bien y al mismo tiempo en buscar la felicidad, aunque nunca llegue, porque la felicidad a veces es inalcanzable. Sin embargo, qué lindo es que todos los días salgamos al encuentro de ella..