Del amor y sus viajes en micro
"De ganar en San Antonio los porteños y de caer Iberia con Melipilla, (en fútbol nada está dicho), se cumpliría el caro sueño del ascenso de P. Montt. Tras esa tarea, se verá el futuro"
"Los vientos son fuertes y las lluvias copiosas. Adecuar la infraestructura al clima es lo ideal"
Hace días que tengo en la cabeza algunas melodías de aquellas movidas que enaltecían a la mujer como inalcanzable y a la cual sólo se podría conquistar a través de proezas casi mágicas. En esas canciones, además, se enumeran las características que hacen única esta obra de arte y se explica por qué habría que sortear los obstáculos más complejos para alcanzarlas.
Las orillas del mar son un lugar ideal para sellar este tipo de pequeñas eternidades, teniendo la posibilidad además de poder gritarlo a los cuatro vientos.
Pero concretamente, podría hacerse en cualquier paradero de la costanera, que buscó valerse de la ética sureña para adornar los momentos de espera del transporte y colaborando incluso en estos menesteres del amor. Sin embargo algo resultó demasiado literal.
Cualquier persona que viva o pase por esta ciudad se dará cuenta que los vientos son fuertes y las lluvias copiosas todo el año. Por tanto, la infraestructura debería estar adecuada al clima.
Pues no. En el momento que uno se dispone, tras caminar varias cuadras bajo lluvia hasta el paradero, se encuentra que más que un refugio, resulta un productor de índices gripales.
Pero no se preocupe porque viene la micro, espere, paró 20 metros más atrás de donde está usted porque alguien la solicitó antes, corra (pisó el charco, se ensució el pantalón), siga, suba, haga como pueda (es hora peak), entre, empuje, tómese de algo, la micro es chica, sí, pero el corazón es grande, siga, pasaron otros 100 metros, no es paradero, la micro igual se estaciona, aguante, solo faltan 45 minutos, ya estará en casa con la combustión prendida y la TV comentando sobre el clima del cual tuvo noticia de primera fuente. Esa tarde no resulta muy romántica.
Al otro día le cuesta levantarse porque tosió toda la noche. ¿A la farmacia y al trabajo, o a la clínica y a la casa?
Simple moraleja: deberíamos tener un poco más de responsabilidad social, porque cuando construimos algo, entregamos mejor vida a los demás. ¿Quién sabe si hoy no le tocaba en el asiento de al lado la futura madre de sus hijos? Ponga ESA antigua canción en la radio y repiense la idea.
Magíster en Educación.