Buscar lo esencial
"La voluntad de recuperación ferroviaria de nuestra vecina región, bien podría hacer renacer la cruzada porteña e iniciar la formación de un potente bloque regional"
"Se impone un cambio de vida con más austeridad y menos ansiedad, para ser felices"
La abundante oferta de bienes de consumo, publicitados hábilmente, despiertan en nosotros nuevas necesidades, que llevan a endeudarse con las tarjetas de crédito y así crece la sociedad de consumo. "La cultura del bienestar nos anestesia -ha dicho el Papa Francisco- y perdemos la calma si el mercado ofrece algo que todavía no hemos comprado", mientras "grandes masas de población se ven excluidas y marginadas" de los beneficios de la modernidad. Se ha instalado "la nueva idolatría del dinero" y, con ella, la deshumanización de la economía. "Tras esta actitud se esconde el rechazo de la ética y el rechazo de Dios", porque "no se puede servir a Dios y al dinero", como dice Jesús en el evangelio de hoy. ¡El dinero debe servir y no gobernar!
Se impone, entonces, la necesidad de un cambio en el estilo de vida: más austeridad, renunciando a necesidades ficticias; más solidaridad con los necesitados, aprendiendo a compartir con los demás nuestro tiempo, nuestros talentos y también los bienes materiales. Así viviremos con menos ansiedad y más felices. Con razón, Jesús nos exhorta a no inquietarnos por la comida, el vestido o por el día de mañana. "Bástele a cada día su afán", dice el Señor, con inigualable sabiduría, invitándonos a confiar en la Providencia amorosa de Dios, que nunca olvida ni abandona a sus hijos.
El próximo miércoles se inicia el tiempo de Cuaresma (40 días de preparación a Semana Santa), con la tradicional imposición de ceniza. "Acuérdate que eres polvo y al polvo volverás", se nos dirá. El mensaje del Papa Francisco para la Cuaresma 2014 nos recuerda el llamado de san Pablo a imitar la generosidad de nuestro Señor Jesucristo, que siendo rico se hizo pobre para enriquecernos con su pobreza (cf. 2 Cor 8,9).
Así, pues, se nos ofrece un tiempo propicio para poner en práctica un estilo de vida marcado por una nueva relación con Dios, cuya expresión es la oración filial y confiada. Una nueva relación con el prójimo, marcada por el servicio y la fraternidad. Y una nueva relación con los bienes materiales, compartiéndolos con los demás. Todo lo cual supone salir de nosotros mismos y volvernos con amor al Señor y al prójimo.
Esta conversión o cambio de vida lo sintetiza Jesús, diciendo: "Busquen primero el Reino de Dios y su justicia, y todo lo demás les vendrá por añadidura". Vivir así, buscando lo esencial, nos hará más felices.
Cristián Caro Cordero. Arzobispo de Puerto Montt.