Deteriorada institucionalidad
"En el caso del Proyecto de Hidroaysén hubo muchas anomalías a nivel regional"
La institucionalidad ambiental ha tenido numerosas fallas y debilidades, para garantizar con anticipación las reglas del juego y demostrar una independencia de los organismos del Estado y particularmente del Gobierno de turno, respecto a la evaluación de los distintos proyectos que se presentan al sistema.
Por carecer de una Estrategia y Planificación Participativa, con base legal es que muchos de los proyectos no resultan convenientes por su ubicación o características respecto a otros potenciales o mejores alternativas que presenta nuestro extenso y diverso territorio nacional. Si esta planificación existiese como se ha avanzado con la Zonificación del Borde Costero, se facilitaría mucho la elaboración y presentación a evaluación de las distintas alternativas de actividades económicas, de servicios o conservación en nuestro país.
En el caso del Proyecto de Hidroaysén hubo muchas anomalías a nivel regional en su calificación ambiental, en las que algunas en un proceso poco transparente no alcanzaron una convincente resolución, por el máximo tribunal del país en su oportunidad. No se ha logrado conocer en detalle y en profundidad los análisis y resultados respecto de la gran cantidad de observaciones y objeciones que se presentaron al Consejo de Ministros para la Sustentabilidad, muchos de ellos jefes directos de los subordinados que calificaron a nivel regional. Lo que sí se conoce es que se han solicitado estudios adicionales en cuanto a los impactos en las cuencas de los ríos más caudalosos del país, Baker y Pascua, en los glaciares del sector y los efectos que producen como es el caso del los vaciamientos bruscos del Lago Cachet y de los impactos sociales que podría provocar un proyecto de estas características. Este tipo de megaproyectos que pasan muchos costos a la sociedad, van quedando en el pasado de la ingeniería del Siglo XX. Las Energías Renovables No Convencionales, la Eficiencia Energética y la Cogeneración, resultan más atractivas y convenientes.
Se ha pasado parte de esta instancia al próximo Gobierno que tiene el compromiso de no respaldar este tipo de proyectos, e impulsar la planificación participativa y las energías alternativas que generan círculos virtuosos en cada una de las regiones del país.
Es más que saludable lograr garantías de una independencia de los distintos poderes del Estado respecto a proyectos que pueden producir daños irreversibles en las distintas regiones del país y ayudar a que se presenten mejores soluciones para el interés común.
Antonio Horvath Kiss.